Ayer por la tarde en el trabajo, una chica me pregunto: “Y
tú tienes novio?”, yo sólo sonreí y atine a decir: “Si, tengo”. Ella añadí: “Que
bacan, y hace cuánto están juntos?”. Yo le dije que: “Llevamos 9 años, 7 meses
y 4 días juntos”. Ella se quedo muda y me dijo: “eso es un matrimonio, carajo!”.
Yo solté mi acostumbrada carcajada. Supongo que no imagino mi vida sin mi
gordis, creo que hasta extrañaría el pelear por huevadas como no lavar los
platos, o no hacer las camas, o no botar la basura. El saber que llegaré a la
casa por la noche y el saldrá del estudio a darme un beso, a abrazarme, como si
nos hubiésemos visto en años, es lo que mantiene una sonrisa en mi rostro los
365 días del año. A decir verdad el tiempo ha pasado tan rápido.
La soltería es sin lugar a dudas interesante, excitante, y es que esa libertad de salir, de hacer lo que a uno le plazca, la de "ligar" en un centro comercial, en un grifo, en la boleteria del cine, el poder tener sexo indiscriminadamente con un desconocido sin necesidad de preguntarle su nombre, con qye se sepa que rol le gusta en la cama, es más que suficiente. Sí la solteria la he vivido plenamente, pero de eso, ya tuve bastante. Ahora vivo con mi pareja, ante los ojos de amigos y familia, somos una pareja "casada" aunque en este país de meirda no nos podamos casar. Tengo que confesar que aunque siempre he dicho que no me gustaria casarme, pues no lo veo importante ya que mi relacion con mi gordis es sólida, en secreto he planificado desde las flores hasta la música que pondria en mi matrimonio, pasando por los votos y el menu. Por eso llevo un anillo de plata que siempre me recuerda la firmeza de nuestras promesas.
Aún así, siempre me he considerado una persona de pocos amigos y hasta solitaria, me gusta tener mi espacio, mis silencios, tiempo para pelearme conmigo mismo. Y es que hay miles de cosas que uno puede hacer solo, y hay otras
tantas que es mejor hacerlas acompañado. Desde las cosas cotidianas hasta las
cosas trascendentales, que tal jugar al solitario, tratando de no hacerse
trampa a uno mismo, aunque definitivamente, sería más interesante el jugar
strip-poker y terminar desnudo haciendo el amor sobre el sofá, con tu pareja
desde luego.
Disfrutar de una taza de té, frente a una ventana garabateada
por la lluvia, arrullándose con el rugido del viento, es simplemente placentero,
pero si a eso le añades a alguien rodeándote con su brazo, con su cabeza pegada
a la tuya, sin decir más nada que un te amo, e intentar conjugar pensamientos entre
un enredo de cabellos.
Ver una película y concentrarse en cada detalle del
vestuario, maquillaje, fotografía y efectos especiales es algo que disfruto en
un día libre a media tarde, pero es mejor si la veo acompañado y le pongo pausa, para
darle un beso o una caricia a mi gordis, y luego seguir con la película, para finalizar
discutiendo las partes interesantes, las partes aburridas, y los desnudo que
vimos durante la película.
Y si bien es cierto, los quehaceres domésticos son
abrumadores y tediosos, si cambiásemos la forma de hacerlos nos divertiríamos un
poco más. Que tal lavar los platos,
mientras tu pareja te besa el cuello y va secando los platos y al acomodarlos
en la alacena, te roza con su cuerpo, como insinuando lo que pasará más tarde. Y
ni bien terminan prácticamente te arranca la ropa y terminan haciendo el amor
apoyados sobre el marco de la puerta de la cocina.
Incluso discutir con alguien más (aparte de tus múltiples
personalidades), es mucho más interesante. Y ni que decir del sexo, éste pasa de
un acto codicio y egoísta a un acto de amor. Si es que en esta casa, como siempre decimos
el amor” es nuestro pan de cada día, sino, me verían con mi polo amarillo y mi
pancarta haciendo huelga de brazos caídos si no lo hay jajaja. El adicto ha
hablado! Amén!
Aunque quizás hay actividades que preferimos hacer en
solitario, como llorar, como cuando muere tu alumna de 7 años muere de
leucemia, y sientes que la vida es una
mierda y solo atinas a llorar, a golpear la pared, y te tiras a tu cama, a
seguir llorando sin esperanza, luego llega tu pareja, se acuesta a tu lado y te
abraza fuerte sin decir nada, solo te abraza y luego te quedas dormido. Sabes que
el dolor de la perdida tiene un proceso pero con su abrazo el transito parece
más fácil. Sin lugar a dudas, la vida en pareja en difícil pero no me imagino
con mi cartel de “soltero” de nuevo.
Mierda, me quiero casar...vestido de blanco jajaja....cojudo detected!
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