Y
es que quién no ha fantaseado con tener un encuentro ardoroso con ese amig@ que
te pone a mil, y que sólo te ve como tal, como un amig@. Sin embargo, el riesgo
a quebrar la amistad es increíblemente alto, por eso, es mejor definir las
cosas desde el principio para evitar lastimarse mutuamente.
En
mi vida no he tenido amigos con derecho, a los pocos que llamo amig@s son y
serán eso, amig@s aunque después de tanto tiempo, considero que son parte de mi
familia y así los veo, sin ninguna intención sexual. Y no voy a negra que en mis tiempos de “cualquierita”,
he tenido amantes, pero eran como les decimos los del gremio: “Puntos” o “Choque
y fuga, los primeros son patas (al menos en mi particular caso ya que soy
exclusivamente gay) a los que uno llama de vez en cuando (ósea cuando te
acuerdas de que existen) y contactas un encuentro, consumas el acto, conversas
un poco, se ponen al día de sus vidas y de allí hasta que otra vez se
encuentren, sin contacto alguno en el intervalo, los segundo, son patas a los
que conoces en un antro gay (disco, sala de video, sauna, etc.) o bien en un
lugar de cruising (supermercado, café, baño público, etc.) y de quién sólo
sabes el nombre de “batalla”, su rol en la cama y si tiene jebes o no, para
comprarlos en el telo más cercano, por lo general es un “mete, saca, sacude y
guarda” y “si te vi por allí, no me acuerdo”. Hasta cierto punto considero que
eso es más práctico que tener un amigo con beneficios, al que forzosamente
verás con asidua frecuencia, y quién sabe tantos secretos tuyos, como tú de
él/ella, y por ende con riesgo a lastimarse por alguna indiscreción, o por el
simple hecho de enamorarse.
Quien no ha escuchado esta frase? Me imagino que todos saben a que nos referimos. No, no es que hayas dejado la plancha encendida y te hayas puesto ha cotorrear por el teléfono con tu mejor amiga, y quemaste, la ropa, la tabla de planchar y la plancha y por poco hasta la casa y tuviste que llamar a los bomberos. Me refiero a cuando un heterosexual (hombre-mujer) se interesa románticamente en un gay o lesbiana, el cual aún no sale del closet, o cuya opción sexual es misteriosa. Supongo que en el caso de las mujeres es más común que en el de los hombres. Sin lugar a dudas ese dicho de que todos los hombres buenos o están casados o son gay, cae como anillo al dedo. Ya he mencionado que una amiga en la universidad me beso y casi me trauma jajaja, por lo que tuve que reafirmar mi homosexualidad en el acto, y por eso termine teniendo sexo con un amigo, que no me interesaba sexualmente, pero que sirvió para el propósito. Y aunque no soy guapo, tampoco soy un ogro, pues ha habido oportu...
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