Si algo hay cierto e invariable en mi personalidad (múltiple
y alocada) es que siempre procuro ver el lado positivo de las cosas. Y la masturbación
no podía escapar de esta concepción filosófica tan mía. Y es que ella, puede
ser ambigua como mi mente, por una parte es beneficiosa, pues descubres las
potencialidades erógenas de tu propio cuerpo, y llegado el momento de tener
sexo con alguien, sabrás exactamente como te gustaría ser tocado, acariciado,
estimulado, etc, etc. Y si además de ello se es adicto al porno, entonces
tendremos a alguien con una vivida imaginación. Por otro lado, si se llegase a abusar
de ella se caería en un círculo vicioso, un círculo de auto indulgencia, y se perdería
el interés de involucrarse sexualmente con otra persona.
En mi vida la masturbación ha servido como complemento a las
sesiones amatorias con mi pareja, ya que mi adicción al sexo, siempre me dejan
pidiendo mas jejeje, y al mismo tiempo la he utilizado como herramienta
primigenia para abolir la infidelidad, aunque es bastante difícil, ya que no es
una compensación equivalente. Sin embargo he conocido a hombres, que no
encuentran más placer que el que se producen ellos mismo. “El rey de la paja”,
como le llamo yo, han dejado de lado la dulce y excitante interacción humana, y
la han reemplazado con una suscripción vitalicia a páginas porno, a una silla
cómoda frente a su computadora, a un tubo de lubricante y a un rollo de papel higiénico
que los acompaña en sus maratones de auto satisfacción.
Un ejemplo claro de lo que es un “Rey de la paja”, es mi
vecino, como lo mencionase en un post pasado, y es que el muchachito este parece no tener ni
amigos, ni clases, ni tareas, ni mucho menos otro pasatiempo que masturbarse
copiosamente. Los que me conocen saben que soy caluroso – muchos creerían que
hasta charapa podría ser – por lo cual me levanto siempre a las 3:30 de la madrugada
a tomar gaseosa o jugo del refrigerador, acto que ejecuto medio somnoliento y
en modo AUTOMATICO, no es hasta que regreso a mi habitación que despierto, ya que la luz de la habitación de mi vecino,
destella como faro en la oscuridad, y obviamente él está allí en el mismo lugar
que estuvo la semana pasada, en el mismo lugar que ocupo ayer, sigue sentado en
frente de la computadora masturbándose, y no tendría nada de raro, sin embargo,
al irnos a dormir a la una de la madrugada con mi gordis, el vecino se estaba
masturbando, y casi 4 horas más tarde él
sigue en el mismo quehacer, y lo volverá a hacer a media mañana, ya que cuando
llego a casa después de clase, me cambio de ropa y el está sentado frente a su
computadora masturbándose, con sus cortinas abiertas de par en par; me imagino
que parte de su morbo es sentirse observado, pero vamos… a veces me dan ganas
de abrir mis cortinas y mi ventana de par en par y gritarle: “PAJERO, consíguete
un enamorado o una enamorada y disfruten juntos!”, luego lo pienso y solo sonrío,
con cierta malicia como es mi costumbre jajaja.
Me imagino que si juntase una competencia a mi vecino con mi amigo G., quedarían en
empate, y es que G. hasta callos tiene en la mano. Siempre me cruzo con mi vecino pajero en la
entrada al condominio, lo miro pasar y sonrío, aunque a veces he soltado la
carcajada, pero nunca lo he saludado, ni mucho menos le daría la mano, creo que
las tiene pegajosas, pues siempre las tiene en los bolsillo, supongo que un día
no muy lejano, no aguantare las ganas y cuando lo vea pasar diré suave y firmemente:
FAP, FAP!!!!
Hora del Mea Culpa…A mí me gusta masturbarme, pero prefiero
algo de compañía!
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