Y es que he descubierto el poder de las palabras en una sociedad machista como la nuestra, el decirle a alguien soy el novio de otro hombre, pues les desencaja la mandíbula, les corta el aliento como cuchilla cobre las muñecas, suave y certeramente y no solo cuando lo dijo fuerte y claro en vivo sino también por teléfono.
Ese silencio tan suyo, me produce un placer perverso, el verles la cara, solo acentúa la sensación. Hoy por la tarde llamo una señorita de la empresa Telefónica para ofrecer un servicio de llamadas nacionales e internacionales, y me pregunta por mi gordis, le digo que está de viaje que si gusta dejar un mensaje para él, ella me pregunta mi nombre y yo se lo brindo cordialmente, luego me pregunta, si hay alguien que pueda tomar decisiones sobre la línea telefónica, a lo que yo respondo, que yo, ya que soy el novio del titular de la línea, ella, se queda en silencio y luego susurra: disculpe creo que no escuche, yo le respondo sin titubear: soy el novio, vivimos juntos, así que puedo tomar decisiones sobre la línea telefónica y otros servicios, y dicho eso, le pregunto: cuál es el motivo de su llamada? Ella respira profundo y suelta un: Ah ya! Como si su esquema mental hubiese sido re estructurado en un santiamén…
Y por si eso no fuese suficiente, a la media hora llega un mensajero de Saga Falabella, a entregar las nuevas tarjetas CMR (yeah! A gastar se ha dicho…adicción a las compras saliendo a flote jejeje) y toca el timbre, le abro al puerto lo saludo, amablemente con una sonrisa y cuando me pregunta por mi gordis, le digo que está de viaje, el me pregunta si hay algún familiar que pueda recibir las tarjetas, yo le respondo, yo puedo, el me dice cual es mi parentesco y le digo que soy el novio …el se queda en silencio y me mira con esa mirada que ponen los alumnos de básico 1 que no entienden nada el primer día de clase…y atina a articular (casi balbucear): Necesito su DNI por favor, lo dejo esperando en el sillón de la entrada de la casa y voy a sacar mi DNI de mi billetera que yace sobre el escritorio en el estudio, regreso a la sala y le entrego mi DNI, el levanta la mirada aun atónito y vuelve a preguntar: Y usted es? Yo malicioso y con ese brillo casi siniestro en los ojos, le respondo: yo soy el novio …y veo como se desarticulan sus ideas de cómo es la vida, y su esquema heterosexual parece sumergirse en un estado catatónico, luego procede a llenar los datos necesarios y me entrega las tarjetas, se pone de pie mecánicamente, lo acompaño a las ascensor y le digo buenas tardes, el solo murmura: es el novio, es el novio! Luego las puertas del ascensor se cierran detrás de él, yo cierro la puerta y me siento en el piso y me pongo a reír.
Y es que entrando a la adultez decidí ser militante desde mi circulo social, desde mi pequeño territorio de operaciones, viviendo abiertamente mi homosexualidad, quiero educar a los demás, haciéndoles entender que no somos ni bichos raros, ni ciudadanos de segunda categoría, y que por si fuese poco, no todos somos locas peluqueras (nada tengo en su contra), y que ya que el presidente no nos defiende y Cipriani que nos ataca, pues yo defenderé lo que soy, lo que amo, la manera quiero y lo que me gusta. Y si a alguien no le gusta, pues como dice Christina Aguilera: Get in line and kiss my ass…bitch!
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