¡Y he tenido tantos debo saber que es un hombre más, solo
uno más! Cantaba Maria magdalena en la
Opera-rock Jesucristo Superstar, y es que bien podría decir lo mismo que ella.
En mi vida he estado con varios hombres, amantes diría yo, pero solo 3
relaciones serias, la ultima permanece en pie hasta el día de hoy.
Cesar, o mi gordis como le digo, es un ingeniero industrial de
44 años, nacido bajo el signo de capricornio, lo cual según los astrólogos lo
hacen un ser de carácter moderado y reflexivo, que contrasta muy bien con mi carácter
voluble y explosivo y con mis arranques de caprichos súbitos.
Nos conocimos en Marzo del 2002, mediante una página web,
ambos estábamos saliendo de unas relaciones por decir lo menos tortuosas, el
plan era de amigos, alguien con quien charlar de nuestros problemas, pasaron los meses y el contacto vía mail, paso
a contacto telefónico, ya bromeábamos como lo hacen los amigos de toda la vida,
con el tiempo empezamos a cambiar el tono de las conversaciones, se puso algo
más intimo, algo que ya no era simple amistad, ambos habíamos terminado con
nuestras relaciones para el mes de Julio de 2002, y aun cuando teníamos más
diferencias que similitudes, llegamos a gustarnos, sin embargo, no fue hasta el
5 de octubre del 2002 que nos animamos a salir. Recuerdo que nos encontramos en
el metro de Alfonso Ugarte, El llego en su auto y me encontró en la puerta del
supermercado comiendo una barra de chocolate (un triangulo), nos dimos la mano,
y me dijo: “por fin nos conocemos”, yo solo reafirme esa idea con un: “si pues,
por fin”, ambos sonreímos, nos subimos en su auto y nos dirigimos al plaza San Miguel
al cine, vimos una película, pero no recuerdo cual, me la pase mirándolo de
reojo, disimulando mi mirada, y el haciendo lo propio, parecíamos dos cojinovas
con unas ganas locas de besarnos, pero sin el valor de dar el primer paso. Comimos en Pardo’s chicken y luego me llevo a
mi casa, fue allí que me dio un beso. A la mañana siguiente volvimos a
conversar como lo habíamos hecho durante los últimos meses. Pero había cierta urgencia en mi, y asumo en
él también, de volvernos a ver. Es así que comenzamos a salir, y cuando menos
lo pensamos, yo ya pasaba 4 días a la semana en su casa y 3 en la de mis
padres.
De eso han pasado casi 10 años, y viviendo juntos hace 8, al
principio fue difícil, el adaptarnos, su calmado proceder con mi hiperactividad
genética parecían no tener una conjunto intercepción, Salí del closet en diciembre de 2003 y desde
entonces él ha sido parte de mi familia y yo de la suya, y como pareja dividimos
las fechas importantes, navidades, años nuevos, día de la madre, día del padre,
fiestas patrias, etc, a manera de estar
con ambas familias. Me resulta
fortalecedor, cuando mi madre lo saluda con un fuerte abrazo, o cuando mis
hermanas le mandan saludos y coordinan salidas con él, o cuando mi padre
destapa una cerveza (bueno varias en realidad) y se ponen a tomar, al punto que
tengo que carajear a ambos diciéndoles que
ya tomaron suficiente, y que si conducen, bien podría quedarme huérfano y viudo
al mismo tiempo.
Hoy podría decir que hemos encontrado un balance entre su
ecuanimidad y mi volatilidad, vivimos juntos en un departamento en san Miguel
del cual nos gustan distintas cosas, a el le gusta la vista de la ciudad, a mi
el rugido del viento y la niebla invadiéndolo todo. Yo cocino, el lava los
platos, el lava la ropa, yo plancho los domingos. Hemos encontrado un ritmo tranquilo
de vida, en donde somos una familia de a dos.
Reconocida como tal en igualdad de derechos ante mis padres y amigos, y eso es más importante de los que digan nuestris politicos de mierda o el homfobico cardenal que tenemos.
Soy gay, orgullo de serlo, decirlo, y vivirlo!!!
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