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El calabozo


No se preocupen no tiene nada que ver con la ley, los policías y las comisarías sino más bien un lugar de fetichismo gay en el corazón de Lima, del cual me llego publicidad a mi correo, lo cual me pareció gracioso, pues mi correo de Hotmail, es el del Facebook, y por tanto es casi decente jajaja. En fin, revise la reseña de su blog y las fotos, y bueno revise la información y oh maravilla estaba en Lima, y por primera vez mi cerebro hizo corto circuito y quede en silencio, luego dije: Oh yeah! Jajaja
No puedo negar el despertar de una inquietud, y es que ver tanta pornografía de “Bears and Chasers” todos vestidos de cuero han germinado en mi mente ilusiones estrambóticas por decir lo menos.
Lo que más me sorprende es que Lima la gris y beata, se ha vuelto arco iris, sobre sus avenidas principales reposan salas de video porno gay con barras surtidas de todos los tragos que podrías imaginar, con cuartos oscuros donde le que no mete mano, es porque ya encontró un punto” (dícese del acompañante sexual ocasional, a veces hasta anónimos) y hasta unas cabinas privadas donde puedes tener sexo. También hay discotecas gay y hasta dos saunas de ambiente, donde nada queda a la imaginación y donde las fantasías amatorias grupales, se hacen realidad en cada sala (de vapor, la seca, la de descanso), pero nada de eso es comparable con El Calabozo, ubicado cerca a colmena. Es allí donde lima deja de ser gris, y multicolor, para volverse negra y plateada, por el látex, el cuero, y las cadenas.
El calabozo es un lugar medio sórdido, y tan lleno de testosterona, se respira a sexo mezclado con incienso y con velas aromáticas y el infaltable Poet disuelto en agua. Y es que para entenderlo, tendríamos que vivirlo. Si bien este tipo de lugares es muy popular en países europeos, aquí en Lima, que a veces se pinta de cucufata, encontrar un refugio para dar rienda suelta a los placeres que uno se reserva para la propia imaginación, es un descubrimiento más que orgásmico.
Para entender este tipo de fetiches, de cuero, látigos, spanking, adoración de pies y botas, dildos, White shower, golden shower, gang bands, y sumisión entre otras, tendríamos que adoptar como himno la canción “S&M”de Rihana y Britney Spears.
Confieso que me gusta la idea del spanking, la misma que practico sutilmente con mi gordis, y es que ese recurrente deseo de dominación (dominar o ser dominado)  es inherente al gay promedio.  El hacer de pasivo es en sí una muestra de este sentido de dominación y es que no tiene gracias que quien ejecuta el rol de activo durante la penetración sea delicado, ni que te trate como una doncella recién rescatada, somos hombres y como tal que nos traten como hombres, con rudeza (en algunos casos eso ya es extremo), pero el grado de la misma dependerá de los participantes de la sesión amatoria.
En lo particular, me gustaría vestirme de cuero, como motociclista, mostrando los vellos del pecho, orgulloso de mi barba, con lentes oscuros, con una cadena en lugar de correa, con botas negras con punta de metal y darle de nalgadas a alguien recostado boca abajo sobre mis rodillas y escuchar que pide que no pare, o  que lo haga con mas fuerza, y luego encotrar en entre los calro oscuros del calabozo a alguien con quien jugar con dildos.
Pero jamás le entraría a las otras actividades. Y es que aunque no lo crean hasta yo tengo mis limites jajaja. Seré forajido pero no tanto. Si comenzáramos a hablar de fetiches no terminaríamos, y es que la naturaleza humana es tan compleja y la forma de obtener placer lo es tanto o más, que no hay etiquetas para decir esto es bueno, esto es malo, solo podriamos decir, esto me agrada, esto no, y con esto me vuelvo loco, así que no pares jajaja
Cual es tu fetiche? Militares/ uniformes? Vello facial/corporal? Músculos? Lenceria? Pies? Zapatos? Látigos? Mirar o ser observado? 

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