Piensa con la cabeza no con el pene! Si al menos hubiésemos internalizado eso desde pequeños, no nos catalogarían de promiscuos y es que cuando nos tildan de “cualquieritas”, “fáciles”, “resbalosos”, pues simplemente tenemos que agachar la cabeza (o si somos realmente conchudez, todavía lo celebramos), y es que no podemos negarlo, tenemos que responder a esa acusación con un solemne y resignado: Soy culpable!
Es más que sabido que el hombre desde el inicio de su caminar sobre esta tierra ha sido promiscuo, pero por diferentes motivos a los actuales, pero ese rasgo en su personalidad, a veces apoyado en un factor genético, nos hace caer en la tentación una y otra vez, a veces con culpa otras con gloria suficiente como para opacar cualquier otro sentimiento ambivalente.
Y es que en el entorno gay, hablar de tríos, cuartetos, orgias, sexo en público es como hablar de ropa y accesorios, algo que se usa a diario, y que a veces se cambia al medio día! Si me pongo a reflexionar sobre mi propio background, tendría que decir que pase el nivel promiscuo y llegue al nivel PUTO re-loaded, y luego me volví monógamo, y es que en mi temprano despertar sexual, aprendí que uno no es ninguno.
Hoy había un afiche anunciando un concierto en el auditorio del Británico de san Miguel, el grupo a presentarse se llamaba: La Orgia…me quede frente a ese anuncio unos minutos, en un silencio casi sepulcral, hasta que un compañero me pregunto: estás bien? Yo solo atine a decir: tuve un flashback con ese título!, él solo sonrío y siguió su camino hacia su aula.
Tengo que confesar que soy adicto a 4 cosas en la vida y estas en orden son: adicción al sexo, adicción al chocolate, adicción a los analgésicos y adicción a las compras…la primera es la que he tratado de suprimir.
He asistido a terapia, a tratamientos holísticos, he tomado hasta medicamentos, sin embargo ésta “rehabilitación para un sexo adicto” ha sido más dura de lo que se puedan imaginar, y es que el estar acostumbrado a tener sexo seis veces al día (cuatro acompañado, dos en solitario sólo por ansiedad ) y de tener sexo hasta con 8 personas por día, el reprimirme a tener sexo con un solo fue una transición difícil y dolorosa, y no es fácil, hay recaídas como en todo proceso de rehabilitación, y como les digo a mis amigas: “hoy estoy en mis días” ellas se ríen y me preguntan: qué diablos es eso?, yo les digo que son los días del mes en que mi nivel de testosterona esta más alto que de costumbre y soy propenso a sucumbir a la tentación, ellas se ríen y les dicen a los chicos, que nadie bote nada al piso y si se les cae ni lo recojan porque pierden, yo solo meneo la cabeza y tengo que confirmar que eso sucedería y es que en esos días mi hiper-excitación se siente hasta en mi mirada.
En mi casa (la de mi gordis) tenemos un dicho que versa así: “en esta casa se cacha a las 11pm, contigo o sin ti”, y es que el sexo aun cuando ha perdido la volatilidad y voracidad de antes, aún trabajar con mi polo amarillo y mi pancarta de protesta, simplemente no sobreviviría…y es que eso de que las adicciones se superan aún no me lo creo!
Sexo adicto, yo? Pues, sí…lo reconozco me encanta el sexo a niveles insospechables…mi gen promiscuo y mi dedo anular me delatan y me cagan la exsitencia.
Y ustedes me dirán: gordo bitch, dónde diablos queda el amor?, pues el amor es para antes y después del sexo, es lo que me hace sentir tranquilo y sin la culpa que hace muchos años me consumía, es lo que me hace pensar a futuro. Dicen que sólo pensamos en sexo, y es cierto, se nos “para” hasta con el aire, pero cuando estamos enamorados, esa compulsión se dirige a un solo individuo, en mi caso… a mi gordis!
Comentarios
Publicar un comentario