Capítulo 7: El Puente
Diario de
Lucas
Mayo 30
Hoy sonó temprano mi
teléfono, era Marco y me invito a salir. No me sentía tan feliz desde mi último
cumpleaños con mi mamá, horneando un pastel de chocolate y manchándonos las
mejillas con el fudge mientras jugábamos como niños en la cocina. Como la
extraño.
….
Hoy me besó, y luego yo lo
besé, aunque no había tenido premonición alguna al respecto, me alegro que haya
sucedido. No sólo estamos unidos por un lazo sobrenatural. Me gusta desde la
primera vez que soñé con él cuando tenía 16. Me gustaría tener a alguien con
quien compartir este momento.
-
- Y lo tienes, dijo mi mamá, apareciendo inesperadamente.
- (A decir verdad, me encanta que lo haga) Mamá, grite entusiasmado y salte de mi cama,
- (Aunque no puedo abrazarla, el verla y hablar con ella me reconforta, y siempre llega cuando más la necesito).
- ¿Lo conociste?, interrogó con una sonrisa cómplice.
- Si, lo conocí hace unos días y hoy salimos a tomar un café y a conversar, es abogado y trabaja en una notaría en Miraflores, le conté.
- Y te gusta mucho, por lo que veo, añadió mi mamá sin reparo.
- (Me puse rojo como un tomate) Si, le contesté, es extraño contarte estas cosas, le dije.
- Desde que me dijiste que eras gay a los 13 años, lo acepte y te quise aún más por haber confiado en mí, y sé que en secundaria tuviste un noviecito, ¿cómo se llamaba?
- Richard, má, pero eso es historia pasada, y esto es muy distinto. No sé qué es, pero es algo más que un simple gusto, le confesé.
- Así es el amor, mi pequeño y estoy feliz de que por fin hayas conocido a Marco, me dijo.
- ¿Cómo sabes su nombre? Le pregunte.
- Lo vi en una visión cuando cumpliste 16 años, la mañana anterior en que tus propias visiones de él comenzaran, me explico.
- Y nunca dijiste nada, añadí.
- Era un tema difícil de abordar, pero bueno, ahora ya lo conoces y estoy segura que serán felices, añadió.
- Que más viste, le interrogué.
- Hay cosas que debes averiguar por ti mismo, dijo despidiéndose.
- Está bien, gracias por venir, agradecí y luego me fui a dormir.
Mayo 31
Las visitas de mi mamá se
han vuelto muy frecuentes, es como si estuviese realmente en este plano
existencial. Y aunque lo niegue, me guarda muchos secretos, su mirada la
delata, siempre lo hizo.
- El oráculo, el cazador y el puente, susurro, y luego desapareció
- Mamá, grité sin oír mayor explicación que un eco lejano repitiendo lo mismo.
- El oráculo, el cazador y el puente.
De todas las adivinanzas,
está es la peor. Entiendo que yo sea el “Oráculo” por mis premoniciones, y
Marco es el “Cazador” por su poder ofensivo, entonces aquel sujeto de mis
sueños premonitorios debe de ser el “Puente” pero ¿por qué? Aparentemente, usa
telequinesis, pero ¿por qué “el puente”?
Alguna vez mi mamá me contó
que hay un tipo de hechiceros con un poder pasivo llamado “Convergencia
Mágica”, que son capaces de equilibrar y enlazarse mágicamente a otros
hechiceros, formando vínculos irrompibles, quizás ese sea su poder, quizás ese
sea el componente secreto del poder de tres. Aunque juzgando mis premoniciones,
sería tonto pensar que aquel sujeto necesita ayuda, pudo vencer a una bestia
intimidante sin siquiera esforzarse.
Diario
de Marco
Mayo 31:
Lucas y yo llevamos
saliendo unos cuantos días y aunque no hemos hablado al respecto, asumo que
estamos juntos. Es extraño, pues nunca antes he salido con un muchacho. Me da
hasta cierto temor el encarar a Lucas con la pregunta: ¿Y, que se supone que
somos tú y yo? Y que Lucas rompa a reír, aunque creo que sólo me miraría con
esa mirada café que me derrite y me besaría diciendo: “Tú, que crees, tonto” y
luego me seguiría besando.
Las veces que hemos salido
hemos terminando patrullando, y hemos logrado acabar con algunos demonios,
según Lucas, son de nivel inferior, pues los de nivel superior sangran como
humanos, al menos eso fue lo que su mamá le enseño.
Desearía poder saber más de
a que nos enfrentamos y si hay maneras más efectivas de vencerlos, pero en la
carta de mi abuela solo dice que en el “Libro de las Sombras” encontraremos
todo el conocimiento necesario, sin embargo, el libro está custodiado por un
tal Gabriel, y no lo conoceremos hasta que los tres estemos reunidos.
Lucas es el “Oráculo”, pues
sus premoniciones nos han dado cierta ventaja en nuestros encuentros con
demonios, y según él yo soy el “Cazador” por mi poder ofensivo y porque soy
bueno siguiendo pistas ….sólo quisiera tener un nombre para el tercer elegido,
pero hasta no conocerlo, será solo el “tercero”.
Los turnos de Lucas en el
hospital han cambiado y el hecho de que vivamos lejos me hace extrañarlo aún
más. Aun así hemos quedado en vernos en un par de días para cenar e ir al cine,
esperemos que sea una noche tranquila y sin demonios
Junio 2:
No tengo ni idea de que se
trató la película, lo único en lo que podía concentrarme era en Lucas, cuando
se acomodaba en el asiento, cuando llevaba a su boca un poco de palomita de
maíz o algo de soda, cuando su mano se abría espacio en la oscuridad y se
posaba sobre mi pierna, en el olor de su cabello cuando apoyaba su cabeza cobre
mi hombro, la calidez de sus labios besando mi cuello, o mis orejas.
La cena no disto mucho de
lo que ocurrió en el cine, su mirada simplemente me hipnotiza, se robó algunas
papas fritas de mi plato y yo me comí los champiñones de su orden, ya que no le
gustan. Al finalizar la cena, y con un par de tragos encima, me atreví a
invitarlo a mi casa. Aunque suene estúpido, nunca había invitado a nadie a mi
casa, no con la plena ilusión de hacerle el amor, aun cuando no sé ni cómo
comenzaría la faena. Me da vergüenza admitir que nunca he estado con otro chico
y aunque en los últimos días he leído algo en el internet, sé que no es lo
mismo.
- Lucas, yo…tu…(titubeo de manera casi ridícula)
- Si? Responde mirándome fijamente.
- Me gustas, atino a decirle.
- Y tú a mí también, añadió sin miramientos, y creo que un poco más de la cuenta.
- Quisieras ir a mi casa, a ver un poco de TV? Pregunte torpemente.
- Sí, me contestó de manera segura y franca.
Subimos a mi auto y
llegamos a mi casa. Prendí la TV y le pase el control remoto, mientras él se
quitaba la casaca y yo hacía lo mismo. Le dije: Pon lo que guste, iré por unas
gaseosas a la cocina. Me retire de la sala y abrí el refrigerador, cogí dos
latas de Coca Cola y cerré la puerta con mi pie, cosa que le molestaba
sobremanera a mi abuela.
Y de pronto, siento sus
labios, las latas caen al piso y lo sujeto con la misma intensidad que él a mí.
Las latas se abrieron en el suelo e hicieron un charco, poco o nada me importa,
lo seguí besando.
Lucas se apartó bruscamente
de mi preguntado: ¿Estás seguro?, mi voz me traicionó en una fracción de
segundo: No, susurre. Lucas me miró y me besó y me dijo: “Tranquilo, yo también
tengo miedo, será mejor que limpiemos el piso y veamos una película, y así lo
hicimos.
Reímos, bromeamos, nos
lanzamos los cojines del sofá, nos besamos y abrazamos y vimos una que otra
escena de la película, y nos quedamos dormidos abrazados.
Junio 4:
-
- Marco, hay algo que no te he contado y creo que debes saber, exclamo de la nada, mientras paseábamos por la costa verde viendo el atardecer.
- Sucede algo malo, respondí con un tono inquisidor.
- Creo saber cuándo conoceremos al tercer elegido, añadió.
- Genial, dije casi gritando.
- No, para nada, acotó Lucas, sobándose los brazos, me da miedo, ese sujeto me da miedo, si hubieses visto lo que yo, me entenderías, continuó Lucas.
- Tranquilo, le dije y lo abracé, hemos vencido a 6 demonios desde que nos conocimos y nuestros poderes han crecido bastante, los dominamos, además no dejaré que nada ni nadie te lastime, te protegeré con mi propia vida, le declare susurrándole al oído.
- No podría resistir el que te pase algo malo, susurro Lucas. ¿Y si olvidamos este asunto? ¿Y si no lo buscamos? No tenemos que hacerlo, podríamos vivir tranquilos, dijo lloriqueando.
- Recuerda que todo está escrito, si es nuestro destino, debemos de cumplirlo, le respondí secamente.
Lucas se apartó de mi lado
y camino hacia la playa, se inclinó a recoger una piedra y la lanzo al mar,
ésta reboto tres veces antes de hundirse, me acerqué por detrás y lo rodee con
mis brazos.
- Y si esa piedra fuéramos nosotros, cada impacto en el agua representa a uno de los elegidos, las ondas sobre el agua, sus historias individuales que se interceptan por la magia y al final nos perderemos pues ese es nuestro destino, narró melancólico Lucas.
- Tranquilo, no creo que nuestro destino sea tan trágico, trate de sonar convincente, aun cuando ente último mes las cosas no han sido fáciles. Si bien hemos salido airoso de nuestras batallas, no hemos salido ilesos, raspones, moretones, luxaciones, nada realmente serio pero quizás es solo una advertencia de lo que nos espera.
Lucas me contó todos los
detalles de nuestro futuro encuentro con el tercer elegido, y aunque procuré
mostrarme tranquilo. La sola idea de conocer a alguien capaz de vencer a un
demonio, cuya descripción es escalofriante, haya sido vencido tan fácilmente,
no es algo que se vea todos los días. Así que debemos andar con cuidado. Si al
menos tuviésemos algún tipo de conocimiento sobre pociones y hechizos,
estaríamos mejor preparados, pero hasta no estar reunidos los tres, no
conoceremos a Gabriel, y por ende no recibiremos el Libro que se supone
contiene todo lo que debemos saber.
Cada día que pasa siento
que estamos a la deriva en un mundo sobrenatural que amenaza con engullirnos si
nos descuidamos aunque sea un poco.
Diario
de Lucas
Junio 4
Hace un par de días pase la
noche en casa de Marco, lo más dulce que he hecho en mi vida, abrazos, besos,
uno que otro golpe con los cojines, cuando llegue el momento adecuado y estemos
listos para dar un paso más lo haremos. Hoy por la mañana le conté lo
acontecido a Milagros, mi compañera de trabajo, y me dijo que parecía una
“quinceañera de colegio de mongas”, que si ya estábamos en su casa, debimos de
haberlo hacho, pero la verdad, prefiero que haya sucedido así, Marco me gusta
mucho y a su lado a veces pierdo el control y lo único en lo que pienso es en
quitarle la ropa y que él me quite la mía, pero sé que el involucrarnos así
solo nos haría más vulnerables, debemos de esperar hasta que nuestros “dones”
sean infalibles, y eso sólo se logrará cuando el “poder de tres” esté
constituido, cosa que me asusta debido a la fuerza de aquel sujeto. No entiendo
como un solo individuo tiene poder suficiente para eliminar a un demonio así y
sin siquiera mostrar signos de haberse esforzado. Es como si lo hiciera a
diario.
Diario
de Carlos
Abril 4
Comencé clases hace unos
días, pensé que sería la misma rutina de toda la vida, pero no. Hace unos días
mi novio se fue de viaje, así que decidí jugar a la ouija ya que a él no le
gusta para nada. Me dieron las doce jugando con mi tablero, alguien me contacto
y había deletreado un mensaje: “El Poder de Tres”. No le tome importancia y me
fui a dormir.
A las tres de la mañana me
desperté con esa extraña sensación de que alguien me observaba, prendí la
lámpara y no había nadie, ni nada, aun así sentí que la puerta de la azotea
crujía como si estuviese abierta, subí a cerrarla, pero algo capto mi atención
de inmediato. Mi tabla de ouija yacía en el piso, cosa que me pareció totalmente
rara pues yo siempre la dejo en la sala debajo del sofá. Así que me acerque con
sigilo, y cuando la levante vi reflejada en la mampara una figura humanoide,
con ojos amarillentos del susto arroje la tabla y retrocedí, la figura se
difumino y se materializo nuevamente esta vez más cerca de mí.
- ¿Quién eres? Pregunte con la voz entrecortada.
- Me llamo “Xamo” respondió aquella figura sombría con una voz que me caló los huesos.
Podía sentir el aire frío
en mi piel, por lo que estaba más que seguro que no era un sueño, ya que
siempre he tenido la capacidad de interactuar en mis sueños, y de manipularlos
a mi favor. Este sin lugar a dudas no era un sueño. Amenazante se acercó dando
pasos cortos, mientras yo retrocedía tratando de alcanzar algo con que
defenderme.
Cuando mi espalda choco con
la pared, sabía que no tendría oportunidad si aquel individuo estaba armado, lo
más inquietante era saber de dónde había venido, como estaba en mi azotea, si
vivo en un décimo piso y la puerta la cerré con llave antes de irme a dormir.
Pero no había tiempo de hacer preguntas de ese tipo, así que solo atine a ganar
tiempo y pregunte:
- ¿Qué quieres? Interrogué con mayor seguridad en mi voz.
- Saborear tu corazón y deleitarme con tu poder, respondió de buenas a primeras.
- Mi poder? Repliqué.
- Lo perderás antes de aprender a utilizarlo, añadió levantando su mano derecha y materializando una especie de esfera de energía que arrojo sobre mí.
- Maldecí cubriéndome con mis manos y la esfera desvió su trayecto rompiendo la mampara de la terraza, pero cómo, me pregunte casi murmurando,
Xamo parecía aún más sorprendido,
pero sin pensarlo mucho lanzo otra bola de energía, esta vez, pude detener su trayecto
entre él y yo levantando mi mano, me asuste y cerré instintivamente mi mano y
la esfera se desintegró en una pequeña explosión que hizo que me golpease
contra la pared y que Xamo retrocediese.
Confiando en que este no
era un sueño, moví mi mano con un además furibundo y lancé a aquel criatura
contra la pared y luego lo levante en el aire y lo hice azotarse contra el
suelo un par de veces, de su boca salía un líquido viscoso de color negro,
asumo que era su sangre.
Cuando en eso suena el
timbre y golpean con fuerza la puerta del departamento. El ruido me distrajo por
unos segundos los cuales Xamo aprovecho para desvanecerse.
Baje a abrir la puerta, mis
vecinos preocupados por el ruido, les dije que algo había roto la mampara de la
terraza, que no sabía que era. Me quede casi todo lo que quedaba de la noche
limpiando el desorden. Al día siguiente pedí permiso en el trabajo, hice que
repararan la mampara.
Abril 6
He estado leyendo sobre demonios
en internet, poco o nada me ha servido de ayuda. He puesto manzanas y laurel
para proteger la casa, no sé si funcione, y también he instalado un sensor de
movimiento en la sala, comedor y terraza, con una alarma que envía
notificaciones de sonido a mi celular.
Es la media noche y hay
luna llena, vuelvo a sentarme con mi tablero ouija tratando de hacer contacto
con aquel ente que escribí “el poder de tres” pero sin mucho éxito. Casi una
hora más decido tirar la toalla. Y cuando pretendo poner mis libros en orden
sobre la mesa del comedor, estos se mueven ligeramente.
Casi había olvidado el
intentar reproducir el supuesto poder que mencionó Xamo, intento cerrar
suavemente la puerta de la cocina y esta se azota y las bisagras crujen. Mis
ojos no dan crédito a lo que veo. Me voy a dormir no sin antes cerciorarme de
que todo está protegido. Y nuevamente me despierto con esa tenebrosa sensación
de estar siendo observado, instintivamente muevo mi mano y aquello sale volando
y se impacta sobre el ropero. La luz se enciende y es un sujeto extraño vestido
de blanco que me dice:
- Cálmate Carlos, verbaliza quejumbrosamente mientras de incorpora.
- Lo lanzo nuevamente, interrogando: ¿Quién eres?
- Mi nombre es Gabriel, dice sin levantarse y desvaneciéndose en luceros celestes brillantes y reapareciendo de pie cerca de mí. Cálmate añade, y apunta su mano a mi ropero y las piezas quebradas se unen de nuevo.
Trato de mantenerme calmado
y al mismo tiempo alerta.
- Has despertado antes de tiempo, me dice con una sonrisa leve.
- Despertar? Interrumpí.
- Si, tu poder ha despertado, al menos uno de ellos, acotó.
- De que carajos estás hablando, interrumpí enajenadamente.
Se sentó en el piso en
forma de loto y me dijo, ven, siéntate frente a mí, no te haré daño, lo
prometo. Algo en el me infundía tranquilidad y confianza por lo que me senté en
la misma posición que él. En una abrir y cerrar de ojos, puso su dedo índice en
mi frente y miles de imágenes inundaron mi cabeza. Demonios, ángeles,
hechiceros, brujas, criaturas mágicas, espectros, y demás, todos luchando por
dominar este plano existencial en un balance perpetuo.
- Qué eres? Quién soy? Le pregunté.
- Yo soy un ángel, y he venido a anunciarte el despertar de tu poder y a brindarte protección.
- Llegaste un poco tarde, no crees? Acoté.
- Lo lamento, es sólo que los demonios se nos adelantaron, pero afortunadamente tu poder despertó a tiempo, ahora puedes mover objetos a voluntad, tu poder de “telekinesis” irá creciendo cada día más, pero no está completo hasta que despiertes tu otro don, el de la “invisibilidad”, pero creemos que sólo sucederá cuando encuentres al “Oráculo” y al “Cazador”, explicó.
- “Oráculo”, “Cazador”, de qué estás hablando, meneando la cabeza confundido, añadí.
- Eres el primero de tu línea familiar en obtener un poder mágico, y tienes una misión importante, debes de encontrar a dos hechiceros más para formar “el poder de tres”, exclamo.
- “El poder de tres”, ese mensaje lo recibí de la ouija, le mencioné.
- Los “ancianos” debieron enviártelo, pero a veces son demasiado reservados y misteriosos.
- ¿Los “ancianos”?
- Si, son seres de luz, que están por encima de los ángeles y que procuran el equilibrio de fuerzas en este plano existencial, son ellos los que te bendijeron con un don mágico, al igual que a los dos hechiceros que debes encontrar.
- Debo? Creo que te has equivocado, yo sólo quiero ser normal.
- Es tu destino, no puedes escapar de él, sentenció severamente. Y debes de desarrollar tu poder si deseas proteger a los tuyos.
- ¿El demonio de ojos amarillos volverá, verdad?
- Si, y tu novio estará en peligro. Pon estos cristales en puntos estratégicos en tu casa y la protegerá de demonios y entidades oscuras, y deshazte de las manzanas eso solo ahuyenta fantasmas, añadió sonriendo.
Abril 25:
He practicado con mis dones
desde mi conversación con Gabriel, procurando pasar desapercibido y que mi
novio no me descubra barriendo y/o acomodando la casa usando mi “telekinesis”.
Al día de hoy pudo mover hasta un auto mediano aunque solo por un metro más o
menos. Y puedo doblar barras de metal.
Ayer, fui a la azotea
aprovechando que mi novio estaba durmiendo a practicar un rato más. Me senté
sobre el suelo y puse cinco velas alrededor mío y varias monedas de un nuevo
solo. Logre hacer flotar las velas y que las monedas giraran al mismo tiempo,
pero mi nariz sangro un poco. Cuando las velas tocaron el piso, vi un pequeño reflejo
de luz proveniente del primer piso, mi novio se había levantado de improviso y
no me había encontrado a su lado, no sabía cómo le explicaría que estaba en la
azotea y porque mi nariz sangraba. Estaba desesperado, así que de pronto sentí
como me desvanecía y aparecía en la cocina, segundos antes de que mi novio prendiese
la luz.
- Que haces? Me preguntó
- Instintivamente, dije: vine por un poco de agua.
- Ok, respondió, es que escuche ruido proveniente de la azotea, añadió.
- El gato del vecino debe de estar haciendo travesuras le dije, iré a espantarlo, ofrecí y le sugerí que regresara a la cama.
Mi novio se marchó al
cuarto y volví a aparecer en la azotea, limpie mi nariz y volví al cuarto, lo abracé
y me dormí.
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