Capítulo 6: El tercer
elegido
Diario de
Lucas
Mayo 25
Acabamos con un demonio, es
la primera vez que me enfrento a uno. Gracias a mis premoniciones, me es fácil
evitarlos. Pero era necesario el conocer a Marco.
En verdad Marco lucía más
atractivo que en mis visiones borrosas.
Bueno será mejor que me
vaya a dormir, mañana tengo turno diurno en el hospital y además tengo que
entrenar, mi escudo no es lo suficientemente grande ni poderoso para
protegernos a ambos.
Mayo 27
Horrendo, solo así podría
describir aquella visión. Un parque oscuro, con siluetas sinuosas, colores
entretejidos, niebla, frío, Marco, yo, un demonio en forma de perro rabioso, de
ojos rojos, de pelaje duro como espinas gruñendo y salivando frente a un sujeto
que lo mira desafiante y altanero.
¿Quién es ese sujeto? Será
un inocente o quizás el tercer elegido. Quizás si vuelvo a dormir pueda verlo
con mayor detalle.
Mayo 30
He procurado apuntar cada
detalle de ese sueño, pero ya han pasado tres noches y los detalles siguen
incompletos.
He logrado identificar el
lugar, es un pequeño parque a la espalda de un parque de diversiones en San
Miguel, es de noche, calculo que la pasada la media noche, la fecha es Junio13,
hay mucha niebla, casi ningún transeúnte, y allí está el caminando despacio,
como haciéndose el tonto, pretendiendo que no se ha percatado de la presencia
del demonio, ni de la nuestra, jugando con un manojo de llaves en su mano
derecha y dando pasos lentos y certeros.
La criatura cuadrúpeda se
desliza solapadamente entre las sombras de los árboles, está a unos metros de
aquel sujeto, y asienta sus piernas traseras como preparándose para saltar cual
lobo hambriento sobre su presa desprevenida, y de pronto da un gran salto, pero
en una fracción de segundo aquel caminante gira, y arroja sus llave contra la
bestia con una fuerza increíble, que repele a la bestia y la hace caer acostada
sobre su lado derecho gruñendo de dolor…se incorpora enclenque pero amenazante,
el sujeto cuyo rostro está cubierto por las sombras y la neblina, mueve su mano
de derecha a izquierda y de pronto una rama de un árbol sale volando y se
incrusta en el abdomen de aquel criatura, quien aúlla adolorido levantando su
cuello. El sujeto hace un ademan como agarrando la garganta de la bestia sin
siquiera acercarse y cierra su mano, se escucha un crujido, de pronto la bestia
cae al suelo, deja de moverse y se enciende en llamas que la consumen en
cuestión de segundos.
Cuando pensamos que todo
había acabado, el sujeto rompe el silencio, pidiendo que salgamos de la esquina
donde permanecíamos ocultos y es allí donde despierto.
No sé si debería contarle a
Marco de mis sueños, no es que no confíe en él, es sólo que me asusta el no saber
si aquel sujeto es nuestro aliado o pero aun nuestro enemigo.
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