Capítulo 8: La Hermandad de
la Aurora
Diario de Carlos
Mayo 16:
Mi vida ha seguido con la
misma rutina de siempre, entre el trabajo y los quehaceres domésticos, sólo que
ahora puedo mover cosas con mi mente y aparecer en dos lugares al mismo tiempo.
Lo único que aún no logro
es que mi “proyección” utilice mi poder de telekinesis, asumo que con el tiempo
lo lograré.
Salimos a cenar con mi
novio a un restaurante cercano. Y al terminar la cena le dije que iría a
lavarme las manos, el baño del restaurante estaba en el sótano, así que me dirigí,
y noté que alguien me siguió con demasiado entusiasmo, no le di importancia.
Cuando me estaba lavando
las manos vi a aquel sujeto reflejado en el espejo y transformándose en una
especia de espectro de extremidades largas y fauces llenas de saliva. Me iba a
dar un zarpazo pero lo empuje con mi poder y se estrelló contra los cubículos.
Se incorporó y arremetió
sobre mí a una velocidad increíble, lo logre detener generando una especia de muro
entre él y yo, pero era demasiado fuerte, así que continuo avanzando hacía mí.
Me desesperé tanto que aparecí detrás de él y atiné a patearlo, cuando volteo
desaparecí y lo empuje con toda mi fuerza, arranque con mi don uno de los
lavaderos y se lo lancé a la cabeza, levante uno de los fragmentos con mi poder
y lo clave en su tórax una y otra vez hasta que dejo de moverse y se envolvió
en llamas y desapareció.
El agua de la cañería salía
disparada, así que subí escurriendo agua, mi novio me miró asustado, yo solo le
dije, llama al gerente:
- Uno de los caños exploto y casi me golpea, explique, utilizando todos mis dotes histriónicos.
- Lo lamento mucho señor, no sé cómo algo así sucedió, aseguraba el gerente.
- Sólo cierre la llave del agua o todo se inundará le pedí encarecidamente
Salimos del restaurante, yo
escurriendo agua y mi novio riéndose a sus anchas.
….
Desde ese acontecimiento me
he enfrentado a un par de demonios y he logrado vencerlos. Gabriel me visitó
hace un par de días por la noche y me pidió que le mostrase mi progreso, le mostré
mi control telekinetico, pero mantuve en secreto mi otro don, el cual según
estuve leyendo se conoce como “bilocación”.
- Me alegro ver cómo has mejorado, los “ancianos” estarán complacidos con mi reporte, añadió sonriendo.
- Gracias, le dije, pero me dijiste que no perfeccionaré mi poder hasta no constituir el “poder de tres”, acoté.
- Efectivamente, añadió Gabriel. Pero pierde cuidado, los conocerás pronto, los “ancianos” se encargarán de reunirlos, dijo poco antes de desvanecerse.
- Entonces sigo sin saber nada, balbuceé.
- Bendito seas, susurro y su presencia se disolvió.
No sé cuándo será aquel
encuentro que cambie mi vida aún más, lo único que sé es que debo de ser
cauteloso y proteger a mi familia y a mi novio. Los demonios que buscan mi don
harán lo que sea para obtenerlos y estoy seguro que no escatimarán en lastimar
a los que amo, para así conseguirlos.
Mayo 25:
Estaba comprando velas en
una tienda esotérica en el centro de lima, cuando el silencio me ensordeció,
algo en mi me decía que habría problemas.
-
- Te hemos estado buscando, dijo una voz detrás de mí.
- Voltee instintivamente y vi a una anciana de semblante dulce y tranquilo, y pregunté haciéndome el tonto: ¿Puedo Ayudarla en algo?
- Ven conmigo, me dijo.
Algo me decía que debía
acompañarla, así que la seguí, entramos a una tienda de velas e insumos de
hechicería en el centro de lima y cuando dimos vuelta en uno de los corredores
y aparecimos en un lugar extraño.
- Dónde estamos? Pregunte inquieto.
- Tranquilo, estás a salvo, murmuro. Y siguió caminando despacio. Estás en una fortaleza de magia buena, hemos estado aquí por años, cuidándonos los unos a los otros, narró con voz profunda.
- Pero donde es aquí? Interrogué.
- Es un plano paralelo, que se ubica debajo del coliseo Dibós, aquí hay chamanes, hechiceros, brujas y algunos híbridos guardianes de la magia blanca, aseveró. Pero, los adivinos vieron tu despertar, el primero de tu estirpe en recibir la bendición mágica y la visita de un ángel y están interesados en que te nos unas, continuó explicando.
- Unirme a qué? Recalqué.
- A la “Hermandad de la Aurora”, aquí podrás practicar y desarrollar tu magia, y aprenderás el oficio de la “palma derecha”, añadió.
No dije más nada, pues
había una especie de arena de entrenamiento, como la de un dojo o gimnasio y un
par de decenas de personas haciendo levitar objetos, moviendo objetos,
rompiendo cosas con su mente, atravesando paredes. Me quedé atónito.
- Esta es la arena, me dijo la anciana, aquí se practican los poderes activos, por qué no nos muestras de que estás hecho muchacho, sugirió haciendo una ademan para que entrara en la arena.
- No lo sé, dije.
- Y dos sujetos se acercaron con una mirada suya y me dijeron al unísono: ¿Listo?
- Se tomaron de la mano y me empujaron con su mente, de la misma manera que lo hice yo con la puerta de mi cocina. Me recupere de la primera impresión y sonreí malévolamente y les dije: “Nací listo”, moví mi mano y los lancé a volar unos 5 metros.
No pude evitar notar la
expresión de asombro en la cara de aquellos muchachos que debían de tener unos
cuantos años menos que yo, y por el parecido debieron ser hermanos, se
levantaron, sacudieron su ropa y me hicieron una reverencia.
La anciana tomo mi brazo y
me dijo: bien hecho, eres más fuerte de lo que los videntes predijeron. Me
pidió que la acompañe y me mostró el resto del lugar, la zona de pociones, la
zona de meditación, la zona de entrenamiento de armas (espadas y arquería) y la
gran biblioteca con cientos de libros con recetas, hechizos, historias, dibujos
de demonios y demás criaturas.
Le conté lo que había
charlado con Gabriel y observaba sus ojos de asombro, permaneció en silencio y
luego exclamo: “Eres un elegido”, la profecía dice que “nacerán tres
hechiceros, cuyos poderos serán impresionantes por separados, pero juntos
formarán la fuerza de magia blanca más poderosa que se haya visto”.
…..
Desde ese día he ido a
practicar mis dones 3 veces por semana y a leer todo lo que he podido ya que no
puedo sacer nada de aquel recinto.
Comentarios
Publicar un comentario