Hoy la parte más atorrante e intransigente de mi ser
hablará, dejaré que fluyan mis taras a través de esta nota. Como ya lo he mencionado
tengo ciertos asuntos no resueltos con las tetas, si señores, señoras, damas,
caballeros, niños, maricas, travestis de closet, tracas volteadoras, activos
complacientes, y demás integrantes de la fauna humana, tengo problemas con las
tetas, en resumen, me asustan las tetas, especialmente las grandotas, y es que
ustedes se preguntarán: “Dónde diablos ve tetas el gordo este?”, pues en todos
lados, en el aula en la calle en los buses, y es que cada día los escotes son
más profundos, los polos más reveladores, y el descaro de algunas féminas se
desborda tanto o más que su “pechonadilad”. Y bueno, cada quien con su atuendo, yo desvío
la mirada y pienso en hombres desnudos para que no me dé un soponcio cardiaco
jajaja, total cada persona decide que parte de su cuerpo lucir y hasta usar
como arma de guerra. Una vez una amiga del trabajo me dijo: “En tiempos de
guerra y exámenes todo se vale, así que mientras más grande el escote mejor”. Todo
estaría bien si sólo las viese en la calle con escasa ropa cubriéndolas, pero a
veces las mujeres las muestran en su esplendor redondeado, con unos pezones tiesos
que terminan por enervarme.
Carajo, estoy seguro que lo dijeron, no me engañan, les
aflora el florido dialecto de barrio cuando leen tamañas sandeces en este mi
recinto cibernético, y se estarán preguntando: “cómo es que el gordo se gana
con tetas en todo su esplendor”, y fácil pues nunca falta una madre en tiempo
de lactancia en la calle, en el café, en el bus, que con un ademan
relampagueante se descubren la teta (derecha o izquierda) y la embuten en la
boca de su bebé que ruge por hambre, despotricando en gritos, y luego al
acabarse la leche de esa teta, cambian de lado y hacen lo propio con la otra
teta. Osea hello!, porque no se cubren con algo. No a todos nos gustan las
tetas, y a algunos como yo hasta nos asustan.
No estoy pidiendo que se censuren las tetas y la lactancia
materna en los lugares públicos, pero si un poco de recato. Yo sé que muchas
mujeres están orgullosas de sus tetas y por tanto las exhiben, pero creo que
deberían seleccionar a su público objetivo antes de desparramarlas sobre su
vientre. Yo tengo tres hermanas, dos de ellas tienen hijos, y ambas les han
dado de lactar a sus pequeños, recuerdo que era un domingo por la tarde estábamos
atrincherados en la sala de la casa de mis abuelos maternos, comiendo y tomando
vino como es nuestra costumbre, cuando de repente mi hermana Rosa quien había vivido
los últimos 3 años de su vida en Tingo María, sin más reparo y con un
desparpajo se abrió la blusa y se sacó la teta y se la enchufo en la boca a mi
sobrina Ariana, casi entro en crisis, le dije: “Oye cómo se te ocurre? , te
estamos viendo la teta”, con que tono se lo abre dicho, que desde ese entonces cuando
tenía necesidad de alimentar a su cría, se iba al cuarto y procedía a hacerlo
en privado.
Siempre he considerado que ay cosas que uno debe hacer en
privado, como amamantar a tu hijo, o cambiarle el pañal. Bueno madres gestantes, y madres con hijos ya
grandes, ya pueden mandarme a la mierda, lo siento, se que el amamantar es lo más
normal del mundo, pero por qué diablos tengo que presenciarlo?
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