Y no estoy hablando de Hulk, el futbolista que
sin lugar a dudas me ha motivado a ver más fútbol jajajaja. Como le dijese a
Roger el sábado pasado en el Kitchenette, mientras tú ves como va el dichoso “score”
del partido, yo divagaré, pues a lo que menos le he prestado atención ha sido a
la pelota muajajaja!
En fin, a nadie le resultaría extraño que
hablase de comida, y es que comer es uno de las tres mejores cosas del mundo,
no mencionaré las otras, pues asumo que conociéndome y conociendo lo kinky de
sus remarks y de sus mentes cochambrosas, ya saben cuáles son los otros dos…bueno,
a lo que iba, comer o no comer he allí el dilema, y es que aun cuando estoy a
dieta y me he privado de los atracones y de muchos de los insumos que más adoro
deglutir, pues no la he pasado tan mal…he pasado del espagueti con salsa
bechamel, tocino, jamón y langostinos salteados con mantequilla de hierbas y flameados
con un vino blanco seco y coronado con una lluvia de cremoso queso parmesano
del Restaurante El Hawaiano de Barranco (buffet dominical con mesa de pastas
donde tu ordenas con que las quieres, mi creatividad culinaria se iba a la
estratosfera ida y vuelta), a las ensaladas de lechugas de colores con tomates,
champiñones, pepino, queso light y hojas de espinaca baby con un ligero aderezo
de aceite de oliva, vinagre de manzana, mostaza dijon, sal y pimienta…atrás quedaron
los mega almuerzos en el Chef y el Mar de san Miguel, donde las causitas (de
papa amarilla con pulpa de cangrejo, de papa amarilla con pimiento molido y
pollo o la de papa amarilla con espinaca y langostinos) , me catapultaban a lo
más contundente, un tacu tacu con salsa de mariscos, o unos fideos tornillos
con pescado a la florentina y queso parmesano, todo eso quedo atrás para darle
paso a los pollos al horno aderezados tan solo con hierbas, sal y pimienta y
servidos con un ceviche de champiñones con cebolla picada en pluma, caigua en
juliana y serena llovizna de hojas de culantro picado con aji amarillo en
cuadritos.
He dejado en el camino los maracuyá sours del
Restaurante el Mirador de la Punta acompañando un ronda marina o los ravioles
monatdos con un churrasco del restaurante Waka en San Miguel y cómo olvidar los
lonches en el Restaurante Mangos o en el Restaurante Costaverde, los almuerzos
del Marriot, los Pisco Sours del Hotel estelar Piso 21 en Miraflores, o las
Salchipapas contundentes de la Para Qué Más el cual diviso desde mi ventana,
para atiborrarme de filetes de salmón cocidos con eneldo y rodajas de limón en
un empaque de papel alumnio sobre las brasas del Restaurante Bistecca de San
Isidro, y con la dieta también se fueron los martines y los macerados del
Ayahuasca de Miraflores, los anticuchos de la Norteñita de Pueblo Libre a media
cuadra del Colegio Chino, o los platos bien taypá de La Panchita en Miraflores
y ni que decir de los ravioles de langosta de San Ceferino en San Isidro, o el
Pollo a la Maryland del Café Café de Miraflores, y los picarones de un pequeño restaurante
Barranquino, las cenas buffet del
Mandarin, las hamburguesas acompañadas de margaritas del Chilis de San Miguel o
los Triple Play con sus Mojitos del Friday’s,
me quedo la esperanza de quedarme con los Blue Monday de Mr Sushi, pero
el kilo y medio de arroz de los makis pues no le parecieron apropiados a mi
nutricionista…chamare, ni por qué era pescado atraco, así que ya no insistí, ni
tampoco mencione las bolas de helado cubiertas de tempura y fritas servidas con
azúcar impalpable y ganashe de chocolate del edo Sushi Bar de Miraflores, ni de
la Demencia de Chocolate (mouse, pie, ganashe, crocante y dios sabe que otras 3
capas distintas de chocolate) que sirven en el News café del jockey que se
acompaña muy bien con un Kir Royal (champagne con licor de Cassis y una cereza).
Uff…si no fuese por Pilar, no estaría torturándome
con este post, recordando mis lugares de engorde favorito jajaja…no mentira,
aun cuando no lo crean me va bien con la dieta, no he sufrido tanto como se
esperaría, el saber cocinar, el poder mezclar distintas verduras y tentar con
nuevos sabores y nuevos métodos de cocción pues me ha ayudado a expandir mi
repertorio culinario, y quién sabe, quizás luego escriba mis recetas… “How to
pimp up a freaking salad” jajajaja…
Mi gordis que siempre ha odiado las ensaladas
ahora se las come tarnquilamente y me pregunta: “Cómo melas hago para que no
sepan a comida de pollo?” jajaja….yo sólo sonrío y le digo: “Que suerte tienes
de haberte cuasi casado con un chef frustrado”.
Y bueno
muchachos, muchachas, chicos, chicas y boys “below average” (who gets it
rules!!! Hahahaha)…Si tienes algún restaurante que te
guste, pues coméntalo, por allí me llega la dieta y doy fe de que tan bueno es
jajaja
Carlos ...excelente artículo ...muy detallado ...se me antojo ir a unos de los tantos huequitos mencionados. Preciso y certero tu relato.
ResponderEliminarMuchas gracias Pilar por la idea para escribir el articulo! Besos mil!
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