Habíamos decidido visitar la tierra de Gigi; una amiga del trabajo, con quien tenemos una relación casi filial, así que el domingo 7 de octubre fuimos a comprar los pasajes en una empresa de transportes llamada “La Costanera” la cual nos llevaría desde Arequipa a Ilo en 3.5 horas (la empresa Flores hace el mismo recorrido en 5.5 horas por la carretera antigua) en una van de 10 pasajeros y lo mejor de todo era que iría por la costanera, nueva vía de acceso a Ilo y Tacna, la cual tiene una increíble vista del litoral peruano a la derecha (de ida a Ilo) y cerros y desierto a la izquierda.
Llegamos a la agencia en día 8 de octubre a las 7:45am puesto que se nos había dicho que la van saldría a las 8:00 en punto, y como saben soy neurótico con los horarios, así que desde las 6:00 que me levante a darme un duchazo con agua helada (por razones obvias jajaja) comencé a apurar a mi gordis, tomamos jugo de papaya que mi suegra había preparado para el desayuno. Nos despedimos, y antes de cerrar la puerta detrás de nosotros chequemos que teníamos la cámara, las llaves, las billeteras, las gaseosas y los chocolates. Tomamos un taxi y arribamos a la empresa de transportes. Era 8:10 am y no salíamos, yo ya estaba echando chispas, maldiciendo en Inglés y en otros idiomas por si las moscas y mi gordis estaba inquieto aun cuando procuraba mostrarse tranquilo.
Salimos rumbo a Ilo a las 8:30 y llegamos a las 11:10 am al paradero final de la empresa, cogimos nuestro equipaje y llamamos a Gigi, anunciándole nuestro arribo a su tierra jajaja…ella nos dio la dirección de la tienda de su papá a quién pasaríamos a saludar, caminamos unos metros para ubicarnos y un señor (Marco Obando), nos ofreció sus servicios (no sexuales sarta de mal pensados), el hacía servicios de transporte (colectivo) de Ilo a Tacna por 20 soles el asiento, entraban cuatro pasajeros en su auto, y nos cobraría 90 soles, si queríamos que nos llevase a los dos solos y parar en puntos estratégicos para tomar fotos, como se imaginarán mi gordis estaba emocionado así que le dijimos que lo encontraríamos allí al día siguiente a las 9:00 am, nos dio su número celular. Caminamos hacia la tienda del papá de Gigi, al llegar lo saludamos, se sorprendió que estuviéramos en Ilo, nos invito a quedarnos en su casa, invitación a la cual declinamos amablemente, ya que necesitábamos espacio para nosotros (you know what I mean hahaha). Caminamos unas cuadras y encontramos el Hotel Karina, allí nos alojamos, dejamos el equipaje y nos fuimos a recorrer el malecón, almorzamos, mi gordis se pidió un ceviche mixto que era inmenso, yo una leche de tigre que destruía la garganta por la cantidad industrial de rocoto que tenía, y pedí bistec a lo pobre (ya sé, ya sé…como se me ocurre comer eso, pero es que no soy muy adepto al pescado ni a los mariscos), regresamos al hotel, nos duchamos, nos dedicamos a lo nuestro jajaja y de allí salimos y paramos un taxi el cual accedió pasearnos por todo Ilo de cabo a rabo, por un precio razonable x hora, mi gordis estaba re feliz, redescubriendo la ciudad en la que de niño había ido a veranear. Debo confesar que a mi también me gusto la ciudad!
Terminamos el recorrido a eso de las 5:00 pm., y nos dirigimos a la plaza de Ilo, la cual está siendo remodelada, con una concha…una súper concha, si la pileta de la plaza tendrá forma de concha marina, y vimos un joyero de plaqué que de seguro le gustaría a la mamá de Gigi, estaba pagando cuando mi ruidoso celular comenzó con su característico ringtone Vanity de Christina Aguilera: “I´m not cocky…I just love myself…BIIIITCH!, siemrpe espero a que lo diga para luego contestar, esa no fue la excepción, era Gigi, anunciándonos que sus padres nos esperaban en su tienda a las 6:00 (esta quedaba a tres cuadras del hotel) para ir a comer algo., como faltaba casi una hora nos regresamos al hotel a lo nuestro jajaja (como conejos en primavera hemos estado desde entonces jajaja)
Como habíamos acordado llegamos a las 6:00 pm. y de allí nos fuimos a la “Charito” una dulcería cercana a comer postres, que por cierto estaban increíbles, una porciones de una generosidad indudable y un sabor impecable, la chicha morada estuvo perfecta. Nos despedimos y regresamos al hotel, bueno de más esta decir a qué jajaja…y luego salimos a comer algo como a las 11:00pm. Llegamos al Tablón, un restaurante de 5 pisos que venden de todo, pizza, pollo, salchipapas, comida criolla, etc, etc, el pisco sour no estuvo muy bueno, pero el seco de cabrito vaya que nos sorprendió!!!
Terminamos la noche paseando por el malecón, veindo las estrellas, escuchando el mar, besándonos en un claro oscuro, y con un palmazo en el trasero que mi gordis me propino…oh yeah, the party was about to start!!!!
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