Asumir que todas las mujeres son sumisas, que todos los hombres son
infieles, que todos los niños pasan sus días sin preocupaciones es igual de ridículo
que asumir que todo gay pretende “voltear” a heterosexuales como si de “taps de
pokemon” se tratara.
Okey, asumo la culpa que me corresponde asumir, pues casi siempre estoy
en “Candy Mode On!”, y que mis comentarios en doble sentido pueden apuntar a la
conclusión de que soy un degenerado sin remedio, pero podría diferir
enormemente con esa premisa.
A veces me siento doblemente ofendido,
hasta vulnerado a niveles insospechables, sobre todo cuando hacen comparación
horrendas como la de equiparar mi mente traviesa (como lo diría Shakira) con la
mente torcida, degenerada y ciertamente punible de Marco Hualpa Bendezú, ex
director del colegio emblemático Bartolomé Herrera, reciente huésped de
la carceleta del Poder Judicial luego de habérsele imputado el cargo de
propuestas de índole sexual al adolescente Rodrigo Arguedas, quién acudiese a
su ex colegio para solicitar apoyo financiero con el fin de poder viajar a
Rusia a seguir sus estudios superiores.
Como lo comentaba hoy con un compañero
de trabajo, es una realidad innegable que han de existir cientos, quizás miles
de casos similares al que relata Rodrigo Arguedas, que no salen, ni saldrán a
la luz, puesto que el acoso sexual es un tema por demás embarazoso. Y qué tal
si a un jovencito heterosexual recibe una propuesta indecente de una profesora,
podríamos aseverar que generará en él un grado de morbo elevado a la N
potencia? Se lo contaría a sus amigos como vanagloriándose de su sex appeal? O
lo reportaría con sus padres al sentir que los límites socialmente establecidos
fueron ignorados?
Casi con certeza plena, podría afirmar que todo profesor/a ha recibido
al menos una vez en su vida una propuesta indecorosa, un generosa oferta de
favores de índole romántico/sexual a cambio de puntos extras, o simplemente por
qué a ese alumno/a, le parecimos atractivos, sin embargo, muchas de esas
propuestas son rechazadas a veces de una manera cordial pero tajante y otras
con un no tan sutil negativa precedida por un puñete o cachetadon, y otras
veces es más que bienvenida…al estilo de Sprite diré que la vida es como es y
como tal, nosotros, profesores/educadores, estamos conscientes de que hay una
línea muy delgada que nos separa de nuestros alumnos, pero muchas veces esa
línea se transgrede consciente e inconscientemente, no es extraño ver a
profesores/as salir con alumnos/as…pero dónde queda la ética docente? En fin,
es asunto de cada uno, como dicen por allí, quién con niños se acuesta…mojado
amanece.
Quién me conoce sabe que soy por decir lo
mínimo: vivaracho, avispado y que pienso
en sexo tanto o más de lo que pienso en comida y emulando a Plan B añadiré: Me Gusta Lo Kinky, Nasty, y aunque Sea
Fácil (sólo con mi gordis), me pongo Cranky Si lo Hace Romantic…me Gusta
El Sexo En Exceso Y En El Proceso le pido Un Beso…pero jamás con un
alumno.
Así que piensen antes de hablar, no todos somos iguales…no prejuzguen,
no porque alguien encaje perfectamente en la descripción de “Candy”, quiere
decir que se meterá en la cama con el primero que se le cruce en el camino.
De la misma manera que no todos los heterosexuales juegan
futbol, ni a todos les gustan modelos de portada de playboy o menth’s health, no
todos los gays estamos interesados en twinks (chibolos), a algunos nos gustan
maduritos, no a todos nos gustan los machitos de barrio, hay quienes prefieren
a los chicos rosa, no a todos nos gustan los rubios de ojos azules, algunos
prefieren morenos, cholos power, negros, no todos somos promiscuos, no todos
tratamos de convertir heterosexuales.
Dejen de meternos a todos en el mismo costal...ya basta de la misma webada, tmre!
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