El estar siempre preparado para una eventualidad podría ser la clave
entre sobrevivir o no. Así comenzó la charla de primeros auxilios a la que
tuvimos que asistir como parte de las capacitaciones anuales. Sin embargo, esta
tendría más de una sorpresa.
El instructor, se llamaba David, era un treintañero de no mas de 1.75 de
estatura, delgado, de cabellos ondulados, con una sonrisa amigable, con lentes
de marco negro con una pequeña, quién había estudiado un postgrado en el Reino
Unido luego de completar su carrera en la universidad Cayetano Heredia, ex-alumno
del programa de Junior del Británico y que ahora laboraba para Alerta Médica,
cuyos rasgos más perdurables en la mente de una audiencia de no menos de 100
personas, serían su voz andrógina, su parada de aspirante de Miss Perú, sus
movimientos de manos a la hora de hablar y por supuesto su sentido del humor,
cuando comenzó a hablar, muchos de los asistentes voltearon a ver donde estaba
sentado, como pidiendo confirmación de algo por demás evidente, yo sólo sonreí haciéndome
el desentendido.
GAY POWER, es el nombre de este post, pues estoy más que seguro, que de
todas las charlas repetitivas sobre primeros auxilios que hemos llevado hasta este
momento, esta ha sido la más memorable. Al ver a David sobre el escenario,
manejando un grupo de adultos, explotando sus habilidades histriónicas y
masticando sus conocimientos para ser implantados en las mentes de todos
aquellos que lo seguían sin siquiera estañear, no pude evitar verme reflejado,
asumo que de la misma manera en que se sintieron mis compañeros, se sienten mis
alumnos, cada vez que me ven dirigiendo la clase, y terminan el ciclo con la
aseveración única: “Es Cabro, pero enseña de la ptmre jajajaja”.
Asimismo pude notar que mis dones de tergiversar todo lo que digas en
algo de clara connotación sexual se activa y se potencia en un lugar lleno de
personas cuyos pensamientos pretenden volar a dimensiones desconocidas en un 2
por 3. Y es que como dijese David: “Si entra en PARO, tíenes 10 minutos…para
resucitarlo o intentar que lo resucite”, o como al final del día
parafrasearíamos diciendo: “Si entra en PARO, tienes 10 minutos…sírvete,
pero ni un minuto más jajaja” y los más Candies, aseveraríamos: “Si entra en PARO
y sólo tienes 10 minutos, pues NEXT”.
Sin lugar a dudas sus conocimientos fueron transmitidos rápida y
efectivamente, asumo que todos recordaremos como tomar el pulso carotideo y determinar
si esta asistólico, con bradicardia o con taquicardia, del número de
respiraciones y de comprensiones torácicas sobre el apófisis xifoideo que
debemos aplicar al momento de intentar auxiliar a alguien que esta inconsciente
brindándole RCP. Y la maniobra de Heimlich nunca volverá a ser la misma.
Y ni que decir de su actuación fungiendo la “Voz de la Consciencia”,
mientras una pareja de profesores ejecutaban lo aprendido con el dummy…GAY
POWER, sí, pese a quien le pese, estamos en todos los lugares y somos buenos
en lo que hacemos, desde políticos hasta cobradores de combi y pasando por médicos,
enfermeros, paramédicos, policías, bomberos, asistentes personales,
telefonistas, cajeros y un largo etc, y desde luego, humildes servidores como
yo…si también hay varios profesores cuya única intención es militar desde las
aulas y educar en tolerancia, respeto mutuo y demostrar lo valioso que somos en
una sociedad que aún nos ubica en la categoría de ciudadanos de segunda clase.
No quiero que malinterpreten mi post, no reírse de los gays es el nuevo hobby de mis compañeros, es sólo que su estilo dínámico, de comentarios graciosos, de muecas precisas hicieron de su presentación un momento informativo y muy agradable. En lo personal, asistir a esta última charla de capacitación sobre primeros auxilios reavivo
mi entusiasmo docente…como dijese Christina Aguilera: "(We are) here to stay" y yo diré: "(We are) here to stay...OUT, LOUD and PROUD".
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