Ir al contenido principal

Feliz Cumpleaños Trini!

Hay cosas que una madre no enseña, al menos la mía no me enseñó a preparar tamales verdes, la sangrecita, la torta helada. El reír efusivamente, el punto exacto para el arroz con leche, el secreto para el mejor cocktail de algarrobina, el camuflar dinero en un sobresito y entregárselo a alguien por su cumpleaños. Eso me lo enseño mi madrina, mi tía Trini, la Ortiz mayor, la de risa contagiosa, la que le decía “chato” a mi abuelo y con quien se bromeaba como si fuese su hermano. Ella me enseño que aún cuando tus ahijados estén grandes, siempre es bueno engreírles con su postre favorito, conversar en la cocina mientras se lavan los servicios, y tener el refrigerador siempre lleno de comida y a cocinar en cantidades industriales: “Mejor que sobre a que falte”. Esa era mi madrina, Maria Trinidad Ortiz Estrada, cuyo cumpleaños era el 28 de Enero, y digo era pues hace poco más de un año nos dejó con esos recuerdos tan maravillosos que ayudarían a sanar nuestros corazones rotos.

Hoy 28 de Enero, sé que hubiese ido a verla y la hubiese encontrado en la cocina toda alborotada terminando de preparar la comida que serviría, viendo en su mirada hermosa la tortuosa pregunta que pensé que nunca me aquejaría: “¿Y ahora qué cocino mañana’”. La hubiese visto secarse las manos presurosas en el secador que siempre colgaba de su hombro y abrazarme como en cámara lenta. Quizás eso es lo que más extraño el no poder abrazarla, el no poder conversar con ella de comida, del día a día, del tráfico, de todo y nada al mismo tiempo. El no poder escuchar a mi abuela diciendo: “hermana” y a ella diciéndole por qué se había molestado en llevar un presente y a mi abuelo diciéndole al final de la velada “Cholita tanto has puesto en el tupper” y es que era imposible no comer a nuestras anchas en casa de mi madrina y luego salir con un tupper para el calentado.

Sin lugar a dudas las cosas no serán las mismas ahora que ella no está, pero sé que allá al otro lado del puente nos espera con su sonrisa franca y su risa contagiante, ha de estar conversando con Dominga, Graciela y las demás matriarcas de mi familia materna. Desde este rinconcito virtual, con mi corazón estrujado por más de un pesar, te mando un abrazo a través del tiempo y del espacio. Y un beso con un te amo, mi madrina Trini.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Plancha quemada!

Quien no ha escuchado esta frase? Me imagino que todos saben a que nos referimos. No, no es que hayas dejado la plancha encendida y te hayas puesto ha cotorrear por el teléfono con tu mejor amiga, y quemaste, la ropa, la tabla de planchar y la plancha y por poco hasta la casa y tuviste que llamar a los bomberos. Me refiero a cuando un heterosexual (hombre-mujer) se interesa románticamente en un gay o lesbiana, el cual aún no sale del closet, o cuya opción sexual es misteriosa. Supongo que en el caso de las mujeres es más común que en el de los hombres. Sin lugar a dudas ese dicho de que todos los hombres buenos o están casados o son gay, cae como anillo al dedo. Ya he mencionado que una amiga en la universidad me beso y casi me trauma jajaja, por lo que tuve que reafirmar mi homosexualidad en el acto, y por eso termine teniendo sexo con un amigo, que no me interesaba sexualmente, pero que sirvió para el propósito. Y aunque no soy guapo, tampoco soy un ogro, pues ha habido oportu...

Yo soy Tauro y tú?…bueno yo soy CABRIcornio!

A la mierda, nunca pensé que habría tanta gente preocupada por la coincidencia de los signos del zodiaco para hacer amigos, emprender un negocio, dar credibilidad a lo dicho por otra persona, y mucho menos tener sexo fortuito con alguien, si antes no saber su signo. Esas son pelotudeces, gilipolladas, simplemente huevadas, si huevadas, con todas las letras escritas en versales, negritas, cursivas, subrayadas y resaltadas con amarillo fosforescente. El otro día voy a comprar a Tottus, y entablo conversación con una de las cajeras (y aclaro era cajera no cajero) y ella me pregunta: “Y cuál es su signo zodiacal?”, yo la mire y mis labios con vida propia, le dijeron: “Yo soy libra”, el rostro se le ilumino como si hubiese dicho que Jesús Nuestro Señor estaba llamándola en recepción, o como si mi respuesta clarificará todas sus dudas existenciales, ella trago saliva, con esa emoción indescriptible ante alguien que te dice: “Te ganaste la TINKA”, sonrió y me dijo: “Ya me lo imaginab...

Sueño diciendo: si acepto!

Es gracioso darse cuenta que a pesar de los años y todo lo que uno ha vivido, aún se conserva un toque de ingenuidad y fantasía en el corazón. Sueños simples y casi rayando en lo tonto. Y es que cerca de mis cuarenta y cinco años aún me ilusiona una pizca de esperanza de igualdad en mi país, una que en fondo sé que se esfumará más rápido que mi salud. Recientemente se aprobó debatir el predictamen de la Unión Civil, después de 21 años de haberlo peloteado una y otra vez y sin embargo, después de tantos años, la realidad nos sigue siendo adversa. Se sigue pretendiendo discutir derechos humanos bajo un enfoque de oscurantismo religioso. Y aún más disminuyendo la importancia que tendría algo así para el 10% de la población del país y para que futuras generaciones no se sigan sintiendo ciudadanos de segunda. Invitar a un pastor a un programa de televisión a discutir un tema meramente legal y económico equivale a invitar a un psiquiatra a discutir si el ceviche se debería de servir con papa...