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Del Yo: Yo creo!

Sin lugar a dudas mis creencias han cambiado, y pensar que creía en la cigüeña, en Papa Noel, y en el ratón de los dientes, ósea un huevón de esos que ya no existen, una joda total haber nacido en la época pre-Internet. Hoy día me confieso semi-Wicca, creo en la madre Naturaleza, en su facultad innata de nutrir a todo ser que sobre ella nace, crece, se reproduce y muere, también creo en sus arrebatos para desquitarse por lo malo que le hacemos, creo en la magia, en los rituales, en el tarot, en la Ouija, en la presencia escalofriante de los espíritus que no han logrado cruzar hacia la luz y se han quedado estancados en este mundo, haciendo más negativos día con día. Creo en la imposición de manos, en el destino, en lo sobrenatural, en lo que se oculta en las sombras, creo en los fantasmas que corren en la azotea de mi casa y juegan canicas por la mañana, creo en el fantasma que se pasea por mi habitación y a las tres de la mañana se desliza por mi puerta, se acerca a la mesa de noche, se sienta en mi cama, y luego se va. Creo en los fantasmas en la casa de mi abuela, el que mueve las monedas que mi abuelo deja en el auto, y el que se pasea por las escaleras y se escabulle hacia mi antigua habitación y se refugia en el lado derecho de mi antiguo ropero de caoba, el mismo que le ha jalado las colchas a mi hermano cuando movió el ropero de su lugar original a pesar de que le advertí que no lo hiciese. Creo en el aullido del viento, en el discreto rasquetear de las ventanas bien disimulado por la lluvia. Creo en los sueños que he tenido muchos de ellos se han cumplido, creo que tanto mi papá como yo penamos estando vivos, pues poco antes que lleguemos a casa mi madre, mi abuela y mis hermanas dicen que se escuchan nuestras ruido de llaves en la cerradura de la reja y de la puerta principal. Creo en las malas vibras que se sienten en los hospitales y que en los funerales el alma está presente esperando a ver a sus seres queridos y se despide cuando le echan tierra al cajón. Creo en la invocación de los espíritus, los conjuros con velas, y en los baños de florecimiento, pero no siempre fui así. Alguna vez creí en el Dios de mis Padres, en la Virgen María, en Jesús, los apóstoles, los Santos, y los Mártires de la Iglesia católica, pero la arrogancia de sus siervos y representantes anularon mi fe, me han excluido del plan divino, entonces ya no creo con el fervor adolescente con que asistía a las reuniones de mi grupo pastoral “Acción Social” en la Parroquia Santísimo Redentor de Ingeniería en San Martin de Porres.  Ahora creo en que hay alguien que nos creó y que desea que seamos felices y que me está esperando.

Creo en la humanidad, creo que a cierto nivel, todos somos capaces de ser completamente honestos y hasta bondadosos, creo las historias de las abuelas, en la familia como eje primordial de una sociedad, y en los amigos pues ellos te comprenden, se abstienen de juzgarte pero también te dan tu sopapo cuando te lo mereces. Creo en los borrachos pues siempre dicen la verdad, creo en los niños y su cruel honestidad. Creo que las mujeres son físicamente y emocionalmente más fuertes que los hombres, creo que la frialdad de los hombres no tiene comparación, bendita la cualidad de disociar el amor del sexo. Creo en la superioridad sexual de las mujeres, ellas hasta que quieran y nosotros hasta que podamos, nosotros un orgasmo por vez, ellas varios por round.  Creo en que la maternidad no te hace más mujer, y que la soltería no es sinónimo ni de amargura ni de soledad. Creo en la igualdad de los sexos, en que los travestis y las marimachas son más valientes que todos nosotros juntos. Creo que el sexo es la divisa internacional. Creo que los que adoptan a un niño se van a cielo en “one”, y que a los violadores, los deberían de violar mil y una noches y luego matarlos lentamente. Creo que si uno sonríe la gente te trata bien. Creo que muchos ricachones han perdido un pedazo de su humanidad por cada millón que han amasado. Creo que el trabajo dignifica, y que el trabajo intelectual es un chancay de a veinte al costado del trabajo en la chacra. Creo en los métodos anticonceptivos, la sobrepoblación no favorece a nadie. Creo que la educación inicial es de suma importancia, y que si se educa en la niñez en la adultez no habrá que castigar. Creo en la potencialidad innata y latente en todos nosotros de ser unos perfectos hijos de la chingada si nos lo proponemos. Creo en las primeras impresiones. Creo que los gays tienen estilo al vestirse. Creo que no está de más decirle a tus familiares, amigos, pareja, agarre, etc. que los quieres, no está de más celebrar el simple hecho de estar con las personas que quieres, un almuerzo improvisado, una copa de vino, un postre o simplemente una taza de te con buena compañía te alegra el día, y a veces hasta te lo arregla. Creo que de vez en cuando mandar todo a la mierda es más que saludable.
Y creo que si me has leído hasta este momento, es porque te gusta la cochinada o no tienes nada mejor que hacer jajaja.

Yo creo que nuestras autoridades solo están pendientes de cuanto pueden coimear, o a quien pueden comprara para quedarse en el cargo y la mamadera no se les vaya. Creo que los policías la cagan la mayor parte del tiempo – que me perdone mi viejo que es tombo – pero, cuando más se les necesita menos te pueden ayudar. Creo que las drogas deberían ser legales, así tributarían y habría más dinero para obras.  Creo que el amor no conoce de raza, condición social, ni sexo. Creo que soy amado, que también amo. Creo en el suicidio y en la eutanasia, en matar animales para alimentarnos. Creo en la vocación de ser profesor. De taquito…”Feliz Día a todos mis Colegas!”
Creo que a pesar de mis desbordantes 110kilos soy sexy y que he encontrado al amor de mi vida, con quien pasaré el resto de mi vida, hasta que la muerte nos separe…amén. Y que mis padres siempre se debatiran entre la alegria de verme feliz y la tristeza de que nunca tendre hijos.
Goodbye
See you later
Ciao
Muah

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