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Arguedino de Corazón

Dicen que viajar al pasado es un absurdo de dimensiones titánicas, que lo que el tiempo se lleva nunca vuelve a ti, que estamos condenados a vivir con la premisa de saber que la muerte es lo único que nos depara, sin tener en cuenta la edad, la raza, el sexo (genero y/u orientación sexual), el status social, y un enorme etc…pero este fin de semana probé, contra todo escepticismo, que volver en el pasado, al menos entre comillas, fue posible. Atravesar el umbral metálico del portón principal del colegio y por un momento sentirme el mismo adolescente con doble vida, con sobrepeso y “chanconcito”, que si bien tenía amigos no era por así decirlo “Mr Simpatía” ni mucho menos “Mr Sociable”. Como siempre la losa deportiva de cemento irregularmente pulido y resbaladizo por el cual transite por última vez hace casi 17 años, estaba llena de los “deportistas”, los peloteros que sudaban la camiseta en pos de la preciada copa del campeonato, mientras que yo, desfilaba entre la muchedumbre con ...

Adios Mota!

Hoy te libero de nuestro pacto, te bendigo y hoy te dejo ir a este viaje a ti sola, te dejo ir entre mis lágrimas y entre este punzante dolor en mi corazón, hoy libero tu espíritu entrelazado al mío, mi querido familiar, hoy te dejo libre para que descanses, para que goces de lo que hay del otro lado…corre, salta, ensúciate las patitas de barro, mójate con la lluvia y sacúdete alocadamente, aúlla a la luna, grúñele a los espíritus no tan amables, comete las flores que desees y ladra tan fuerte que desde aquí pueda escucharte…sé que muy pronto volveré a sentir tu nariz fría sobre mi mejilla y pelearemos por la almohada en un noche que no tendrá ni principio ni fin…ve con los tuyos, que te guíe la sangre y el instinto, en la caza, en la libertad, allá en el otro lado, pero no me olvides, pues yo jamás te olvidaré. Hoy te digo hasta pronto y hasta siempre. Perdóname por no haber podido estar a tu lado y despedirme apropiadamente. Que Señor y la Señora te acepten en su prado y te dej...

Una alocada tarde!

Llegar a casa de mis abuelos para almorzar y que mi abuelo y mi abuela abracen con un cariño inmenso a mi gordis simplemente me llena de una felicidad extrema, sin lugar a dudas he sido bendecido con mucho amor, el de mis abuelos, de mis padres, de mis hermanas, hermano, tías, tíos y también de alguien especial que acompaña mi camino en esta vida. Poner la mesa entre todos y degustar comida casera, una papa a la huancaína, y frejoles con seco y su salsa de rocoto, con chicha morada y litros de vino borgoña pues es algo cotidianamente encantador. A veces me pregunto cómo serían las cosas si mi familia fuese distinta, si no hubiese conocido a mi gordis, si su familia como la mía, no hubiesen antepuesto el amor a lo socialmente “no-ortodoxo”, y es así que hoy por hoy considero que César y yo, constituimos una familia de a dos, aunque no legalmente reconocida, lo somos y lo seremos siempre. Hoy después de un suculento almuerzo con sabores caseros, con ese toque especial que me r...

Día de la Salud Mental?

Tú y yo estamos locos Lucas…de genio y de loco todos tenemos un poco. Dicen que las pesonas más sensatas viven más tiempo, que establecen lazos amicales y familiares claramente delimitados, pero para mí la locura es una cualidad positiva. Y es que solo los locos disfrutan la vida al máximo, ven la vida desde una perspectiva ingeniosa, peculiarmente torcida. Algunas veces siento que mi vida se podría reducir a la secuela de “Los tres chiflados”, “el yo, el super yo y el ello”, sin lugar a dudas uno de mis rasgos más saltados además de mis niveles de GAY (que han aumentado con los años, como bien recalco Arturo hace un par de días), es mi locura innata. Hace unos días nos hicieron participar en una dinámica de autoestima y teníamos que enumerar 10 cualidades positivas que considerásemos dignas de admiración, the fuck dije por inercia, y ahora de dónde michi saco 10 cualidades positivas y bueno después de un análisis relámpago obtuve lo siguiente: Puntual: A veces ya exagero,...

Dafaq 33 años

Dafaq 33 años! Yo, el adolescente con sobrepeso, con tendencia a las bromas en doble sentido y con una actitud esperanzada sobre el caótico mundo interior, tan lleno de irreconciliable pánico y mortificantes dudas existenciales, jamás hubiese imaginado el llegar a cumplir 33 años siendo tan feliz, rodeado de una familia numerosa, de amigos fieles, y junto a alguien muy especial. Hoy en día, reconciliado con la vida, aun con sobrepeso, pero poco lero lero jajajaja, cocinero amateur, poeta insipiente y profesor de vocación, escribo de vez en cuando en un blog con cierta popularidad entre sus amigos, a quienes considero parte de esa familia que lo elige por voluntad propia y para toda la vida, a ustedes gracias totales…gracias por hacerme sentir por decir menos amado, bendecido por tanta dicha, acompañado en esa loca aventura que es la vida, sin necesidad de que me internen en el Larco Herrera jahahaha Así soy yo, el de las muecas espontaneas, el capaz de convertir una conversaci...

3:33

Se avecina el número 33 para posarse sobre mi torta de cumpleaños. Sí 33 años, ya deje hace rato mis veintes en manos del hombre que escogí para ser mi compañero de vida, al que le digo gordis en todos mis posts, a quién dedico mis versos, mis postres y mis gemidos jajaja(sorry, pero sin cochinadita, no sería yo mismo)…y a quién quiero acompañar en este sendero que llamamos vida, con esa incertidumbre tan cruel de no saber qué sucederá el día de mañana, pero que nos obliga a dar lo mejor de nosotros el día de hoy. Muchos piensan que llegar a los 33 años es catastrófico, es como anunciar a viva voz que el apocalipsis individual dará inicio, otros aseguran que esta edad está llena de peligros y una no tan escueta minoría incluso profesa que el llegar a los 33 es encontrase en el punto más feliz de la vida, yo no sé con certeza que significa. Sólo sé que me siento vivo, con fuerzas, con nuevas metas y con un mismo amor que me impulsa a seguir adelante. El día 3 de este mes, cumpl...

Vuelve el perro arrepentido!

Sorry por el título, no se me ocurrío nada mejor! A veces me preguntan: Y César y tú no pelean? Pues bueno, yo sólo sonrío, y admito que sí, que peleamos casi a diario, que discutimos acaloradamente, pero nada que se parezca remotamente a la Guerra de los Rose. César y yo discutimos por cosas simples, cotidianas y que a veces podrían catalogarse en el gran costal de discusiones por huevadas, si ese sería el término más adecuado, peleamos por huevadas como por qué las camas no están hechas, o los platos, tazas y demás utensilios apiñados en el lavadero o en el escurridor, o por qué la ropa no está bien lavada o bien planchada, o por quién bajará la basura, quién tenía que poner papel higiénico, toallas limpias y/o jabón en los baños, o por qué soy tan neurótico e hiperactivo, mientras que César puede pasarse el día en la cama, o en su defecto tumbado en el sofá vistiendo sus pijamas, también discutimos por los programas de televisión, si le ponemos o no subtítulos, por el volumen exc...