Dicen que viajar al
pasado es un absurdo de dimensiones titánicas, que lo que el tiempo se lleva
nunca vuelve a ti, que estamos condenados a vivir con la premisa de saber que
la muerte es lo único que nos depara, sin tener en cuenta la edad, la raza, el
sexo (genero y/u orientación sexual), el status social, y un enorme etc…pero
este fin de semana probé, contra todo escepticismo, que volver en el pasado, al
menos entre comillas, fue posible.
Atravesar el umbral
metálico del portón principal del colegio y por un momento sentirme el mismo adolescente
con doble vida, con sobrepeso y “chanconcito”, que si bien tenía amigos no era
por así decirlo “Mr Simpatía” ni mucho menos “Mr Sociable”. Como siempre la
losa deportiva de cemento irregularmente pulido y resbaladizo por el cual
transite por última vez hace casi 17 años, estaba llena de los “deportistas”,
los peloteros que sudaban la camiseta en pos de la preciada copa del
campeonato, mientras que yo, desfilaba entre la muchedumbre con mi paso “monse”
hacia donde estaban mis ex compañeros de promoción.
En cada paso hacia el
esperado encuentro, mi voz interna me decía: “¿qué chucha haces aquí?”, y con
un fuerte suspiro atine a susurrar: “lo que salga, no queda de otra”…me encontré
con Francisco “Paco” Bravo Acosta, aquien pretendía saludar estrechando la
mano, pero mi saludo se volvió un abrazo, de esos que se les da a los amigos
del alma, procedí a saludar a Henry Ubillus Gutierrez y a Dante “Pato” Vazquez del
5to “A” y a Leonardo Tapia y Chero Masías del 5to “B”, tuve esa extraña e
inaudita sensación de familiaridad que me sobrecogió por completo, salude a
algunos más y por vez primera no era el gordito chanconcito que postulo para
Alcalde escolar, era uno más del grupo, con camiseta a miembro honorario del
equipo de futbol, el dueño de un blog al que seguían con regularidad…era uno de
ellos…Paco estaba gordo, Henry más alto y a quien le vaticinamos calvicie en un
par de años y dante un tanto subido de peso con el cabello casi cano, no me
sentía tan “matadito” jajaja…jugaron hasta las huevas, pero no nos importó,
Evelyn y yo los seguimos en cada jugada, y al llegar Carmen con su pequeña, ya estábamos
en full vaso…tomábamos las heladas unas tras otras, mientras se desarrollaban
los demás partidos, ya nada importaba, éramos esa recua de adolescentes
traviesos, palomillas y al mismo tiempo aplicados que competíamos por destacar,
a los que los profesores estimaban por encima de otros salones….recordando
donde nos sentábamos, las veces que plagiábamos, las bromas que les gastábamos a
los profesores, como plantamos los arboles de la Gruta, los desfiles escolares,
recordando los pasos de baile de los noventa al ritmo de lo mejor del techno,
poniendo en perspectiva lo que habíamos logrado en la vida, lo que habíamos cambiado
por fuera, y lo mucho que habíamos conservado de aquellos años de colegio
fiscal. Y seguiríamos acompañados de Yessenia y de Violeta. Y más tarde del
profesor Benito Benitez de educación física contándonos anécdotas del viaje de promoción,
al que Novedad…no fui, chess…y luego de Gilda Luna Meneses profesora de
Geografía que nos destruía el cerebro con sus conocimientos, a quien confesaríamos
nuestro gran pesar por ver que la infraestructura sigue siendo la misma, hasta
el borde la precariedad, pero que aún así amamos con locura y de la cual solo
tenemos recuerdo extraordinarios.
Después de 17 años,
regrese al colegio, pero ya no era el mismo, ahora era la mejor versión de lo
que un día fui…chico gay fuera del closet, más achorado que nunca, con un
vocabulario por decir lo menos florido y con un sentido del humor en doble
sentido, totalmente seguro de sí mismo al menos el 90% del tiempo, osea una versión
re-loaded…y como adicional uno más del grupo…sí, encajaba perfectamente, entre
las bromas, entre los brindis, entre las anécdotas, entre esos abrazos
afectuosos que se dan los patas peloteros con varias copas encima…era parte del
grupo…por la puta primera vez, no me sentía extraño entre mis iguales, me sentía
especial, más querido que de costumbre, donde como bien dijeron…”eres
homosexual y qué”, siempre serás el
Carlos Cáceres que conocimos…el chico buena gente, gracioso, inteligente y de
la puta madre…eres nuestro pata y siempre lo serás…(P.D.: Enviamos tu libro
carajo, que a varios se los has dado y a nosotros nadad jajaja)
Una tarde de futbol,
de la cual solo entendí los goles, alguna que otra jugada, y en la cual reencontré
a amigos que nunca sentí más cercanos…salud por la vida, porque en definitiva
me ha bendecido con una cantidad impresionante de amor, con un hombre maravilloso
con el que caminar de la mano, con una familia que son mi fortaleza, con amigos
que son un tesoro viviente y con un trabajo en el cual me divierto y me llena
de satisfacción.
Tengo el orgullo de
ser Arguedino y soy Feliz!
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