Es gracioso darse cuenta que a pesar de los años y todo lo que uno ha vivido, aún se conserva un toque de ingenuidad y fantasía en el corazón. Sueños simples y casi rayando en lo tonto. Y es que cerca de mis cuarenta y cinco años aún me ilusiona una pizca de esperanza de igualdad en mi país, una que en fondo sé que se esfumará más rápido que mi salud. Recientemente se aprobó debatir el predictamen de la Unión Civil, después de 21 años de haberlo peloteado una y otra vez y sin embargo, después de tantos años, la realidad nos sigue siendo adversa. Se sigue pretendiendo discutir derechos humanos bajo un enfoque de oscurantismo religioso. Y aún más disminuyendo la importancia que tendría algo así para el 10% de la población del país y para que futuras generaciones no se sigan sintiendo ciudadanos de segunda. Invitar a un pastor a un programa de televisión a discutir un tema meramente legal y económico equivale a invitar a un psiquiatra a discutir si el ceviche se debería de servir con papa...
Soy fuerte como la tierra misma Maltratada con estampidas y golpes que se sienten como látigos aun en la distancia, Soy fuerte como el aire Contaminado pero aún fresco al tacto, Lleno de impurezas y malestares pero enérgico para hacerle frente a las montañas, Soy fuerte como el agua Estancada y lodosa pero aún así albergando vida, Y humedeciendo con su gracia la tierra circundante para que broten las semillas regadas con descuido Soy fuerte como el fuego Escueto y casi en cenizas pero capaz de devorar al mundo Con su esencia más indómita... Y aunque a veces me quiebre como la tierra y en la cama me quedé como escombros, Aunque a veces me esfume como el aire, como el aliento al final de un grito, Me diluya como el agua, después de llorar ríos, Y que por poco me extinga como el fuego, y me quedé quieto como un leño quemado.. Soy fuerte, Me levantaré nuevamente, Sonreírle aunque sea brevemente... Por que soy fuerte y no me dare por vencido