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Trinidad


Hoy hubiese salido súper rápido del trabajo, apresurado a abordar un taxi al que había llamado ni bien sonó el timbre de mi última clase. Hoy hubiese cambiar la escena arquitectónica de San Miguel, que conozco tan bien, y hubiese cruzado los dedos porque no me toquen muchos semáforos en rojo. Hoy hubiese ido presuroso, con calor, cansado y con hambre a casa de mi madrina. Hoy hubiese subido los tres pisos de escaleras empinadas de dos trancazos, hubiese saludado a quienes estuviesen en la sala charlando, de seguro a mis padres y a mis abuelos, a mis tías y a mis primas, y me hubiese escurrido con mi redonda humanidad por el pasadizo estrecho hacia la cocina solo para abrazarla. Hubiese visto su sonrisa tan cálida como el fogón de su cocina, y sus ojos siempre brillantes cuando me veía parado en la puerta de la cocina, gritando feliz cumpleaños. Hoy la hubiese abrazado, y hubiese cenado su deliciosa comida: hay tanto de dónde elegir, pero hoy se me antoja un seco de pollo con su tamalito verde, del que seguro hubiese comido doble porción, con su siempre atento: "Mijo, un poquito más". Hoy hubiésemos cantado “Happy Birthday” y comido torta helada y poco me hubiese importado llegar tardísimo a casa, y luego me hubiese despedido y trepado en el primer taxi que encontrase sabiendola feliz. Hoy hubiese celebrado su onomástico, pero hoy como hace tres años, ya no puedo hacerlo, ya no puedo abrazarla, ya no puedo charlar con ella de todo y de nada, ya no puedo oír su sonora risa, su voz amable, sus bromas…ella ya no está y la extraño un montón. Hoy me hubiese gustado ver a mi madrina, pero se adelantó en el viaje que todos emprenderemos algún día, y sí la extraño, pero cada vez que eso pasa recuerdo sus recetas, recuerdo su sonrisa, recuerdo sus bromas, recuerdo sus abrazos y aunque a veces eso no es del todo suficiente, la siento a mi lado. Hoy honró su memoria con una vela encendida, hoy honro su memoria con mis recuerdos siempre vividos. Sé que al otro lado del puente nos encontraremos nuevamente. Siempre te recordaré Maria Trinidad Ortiz Estrada, madre, abuela, tía abuela, madrina, amiga.

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