Tesoro!!! No puedo evitar oir en mi mente la voz de Doña Florinda refiriendose a Kiko cuando este la cagaba!!!
Sin embargo, si te preguntasé cuál es tu mayor tesoro, que responderías?
Hay cosas en
la vida que atesoro con toda el alma, cosas que para mí son mucho más
valiosas que el celular más caro, el viaje soñado, el banquete más delicioso,
el auto del año, etc.
Yo atesoro el
tiempo que paso con mi familia, los ratos que paso conversando con mi abuelo,
cuando lo ayudo con el celular que siempre se desconfigura o al menos eso dice él; o simplemente cuando me muestra sus nuevos
proyectos de carpintería y puedo percibir la misma emoción que tengo yo cuando
cocino o escribo.
Atesoro los ratos que paso con mi abuela, que aunque se queje de toda y me repita una y mil veces la misma historia, o la misma novela o me
cuente los mismos anécdotas, me los cuenta ella y puedo ver entusiasmo en su
intento de recordar cada detalle.
Yo atesoro
los momentos que paso con mi mamá, cuando me enseña videos tutoriales de
tejido, o cuando me explica cómo se hacen esos puntos tan complejos, o vemos
series policiacas o videos de broma en Facebook.
Yo atesoro
los momentos que paso con mis hermanas, pues ellas me recuerdan el legado de
fortaleza, sabiduría y coraje de las matriarcas de mi familia y aunque ya estén
grandes y tengas hijos y en un futuro (no muy cercano, espero) tendrán nietos, siempre
serán mis pequeñas hermanas, las loquillas laberintosas; la que peine con 25
clips para el cabello un día lunes por la mañana cuando eramos chicos, la que
se apretaba la nariz cuando algo de comer no le agradaba y a la que le cambie
el pañal de tela y envolví como tamal, y en verdad espero llegar a ver a sus
nietos y poder contrabandearles chocolates y propinas como lo hacían mi
bisabuela, mi abuela y mi madrina.
Atesoro los
momentos que comparto con mi hermano, cuando me explica de sus maquetas, de sus
aviones a escala con sumo detalle y entusiamo, y aunque nunca entenderé su
fascinación por aquellos objetos, me encanta el hecho de que comparta esas
cosas, o que conversemos de trivialidades, o que me etiquete en cojudeces en el
Facebook.
Yo con mi
mente casi fotográfica procuro memorizar cada momento que paso con mis
sobrinos, procuro recordar sus sonrisas, como han cambiado sus rostros mientras
crecen, lo que amaban comer cuando eran bebés, como a todos siempre les ha
gustado caminar descalzos, su etapa resina en la que hay que
literalmente arrearlos para que se bañen, las galletas que les gustan comer,
las películas que les gustan ver, los juegos que ellos mismos han inventado, la
manera tan distinta y particular en que expresan su afecto, el que a veces
joroban la paciencia con todo su esfuerzo, el que les encanten los juegos toscos,
sus primeros pasos, sus rabietas que me dan migraña, sus carcajadas más puras,
sus pleitos que me recuerdan al tiempo en que yo me peleaba con mis hermanas pues algún
dia cuando sean más grandes, espero ser el tío chévere que les da propina y al
que le cuenten sus cosas y cuando llegue el momento de que ellos mismos tengan
su propia familia, espero que me inviten a los cumpleaños de sus críos (mis futuros sobrino-nietos caras de caigua) y fechas importantes,
tan solo para contar anécdotas tontos y vergonzosos y cuando este viejo cumplir
con mi amenaza de hacerles los mismos berrinches que me hacen a veces y jorobar
hasta que me compren helado, panetón y pollo a la brasa...total, ya están advertidos
jajaja
Yo atesoro
los momento que converso con mi papá, que no son muchos, pero si
significativos, atesoro de manera particular cuando me pregunta por César, y
cuando lo presenta como "hijo político", ya que como hijo uno siempre busca
aprobación de sus padres y creo que tengo eso y más.
Tengo una
familia a veces loca, a veces neurótica, a veces desordenada, muchas veces
imperfecta, pero que me ama, me apoya, me cuida, y con la cual comparto
momentos que atesoro. Y como la vida es siempre incierta como dice siempre
mi abuela: “No tenemos comprada la vida” y “cuando te toca, hasta con una
cáscara de plátano te resbalas y allí quedas”, pues yo atesoro pasar momentos
con mi familia, para cuando me toque partir y toda mi vida pase frente a mis
ojos, sean esos recuerdos los que me den paz y alegría y me ayuden a cruzar el puente con
una sonrisa.
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