La naturaleza humana es sin lugar a dudas una sumatoria interminable de variables, de condiciones inciertas, de singularidades extremas. En un grupo de amigos, la diversidad es la característica más resaltante y al mismo tiempo la que mayor se valora. Los que me conocen saben que al llegar a un lugar nuevo, mis rasgos autistas me definen perfectamente, audífonos taponando mis oídos y música exiliando todo pensamiento vago de mi cabeza agudizan esa sensación de ostracismo autoimpuesto, no es hasta que mis mecanismos de defensa están en reposo y dejo que mi personalidad, por decir lo menos “encantadoramente torcida”, aflore al 100%. Siempre me ha sido difícil el relacionarme con la gente, la suspicacia, y mi neurosis, mezclada con falta de habilidades sociales de primera instancia, me han mantenido al margen del mundo muchas veces. La historia se repite continuamente y al llegar a mi nueva sede de labores hace casi 2 años, no hubo alteración alguna en la ecuación. Supongo qu
Escribiendo lo que pienso, lo que hice y lo que hago!