Presente querida maestra jajaja…ya, ya, esa era la línea favorita de
Laura en Carrusel de Niños. Si a alguno de mis amigos les hubiesen dicho que me
emocionaría hasta el tuétano el volver a mi época de alumno, pues creo que no
se lo hubiesen creido, pero bueno, es parte de mi personalidad geek (just a
tat). Y eso que en un principio no quería inscribirme en el curso que hoy
llevo, bueno, sinceridad ante todo, no estaba en mis planes el tomar el curso,
ni mucho menos “chancar” para tomar un examen importante en Diciembre, pero
cedi a la presión del grupo y bueno a aprovechar la experiencia al máximo.
Casi había olvidado lo mucho que me gusta sentarme en un pupitre mirando
a la pizarra, esperando que mi profesora entrará y nos saludara y nos
preguntase: “hicieron la tarea?”, me mirase y sonreírle de manera cómplice
asintiendo con solo la mirada. Había olvidado lo mucho que me emociona el
forrar cuadernos, el olor del Vinifan, el tener mi cartuchera llena de
lapiceros de colores, el adelantarme en las lecciones, de escribir todas las
palabras nuevas que escucho y practicarlas en mi mente camino a casa. Y antes
de dormirme repetir oraciones completas y sonreír tontamente al darme cuenta
que las recuerdo a la perfección. Había olvidado lo gratificante y emocionante
que es ser alumno, el-por un momento-estar bajo el control de otra persona y
dejar de ser yo quien tenga todo calculado, el poder salir con preguntas
diversas e inquietantes, el que alguien me diga: good one, good job, well done,
nicely done, lovely, etc…(okay, okay, mi face narcisista y ego maníaca se
evidencia a leguas, pero que chu!).
Y que me di cuenta lo mucho que siempre me gusto el ser alumno, el
preparar la ropa que me pondré para ir a clases y revisar mis libros, y mis
apuntes cada vez que tenga oportunidad, establecer horarios de lectura,
esforzarme al máximo, pero sin tener que ponerme el uniforme horroroso que vestía
hace ya más de 13 años.
Me he reconciliado con la idea de fungir nuevamente el rol de alumno, el
llegar temprano a clases con la tarea completa, el comparar respuestas con mis
compañeros, y hasta cierto punto que a veces me hagan bullying por “Noño” como
dice mi amiga la Sunshine, coreada por M. alias “la Ardilla”, por empeñoso o
simplemente porque quieran hacerlo. Me encanta poder revivir esta experiencia
pero con ciertas variaciones en mi vida, ya que no tengo 17 años, y ahora puedo
salir de clases irme a tomar un trago con mis amigos, relajarme y regresar a
casa a retomar mi rutina diaria de cocinar, ver TV, preparar clases, atnder a
mi gordis. Esto les soñará tonto a muchos pero me encanta ir a clases, pero no
me refiero a conferencias aisladas, sino a cursos con cierta continuidad.
Quizás no logre pasar el examen, pero estoy seguro que aún así aprenderé
mucho de esta experiencia.
Bye, see you tomorrow, Ms D.
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