El aro

Se quemaron muchachos y muchachos, si pensaron que este post iba dedicado a alguna cavidad corporal, o era una apología al “fisting”, o quizás sería un super review de la película con el mismo nombre, nada distaría más de la realidad, este post es para hablar de un objeto que siempre tengo conmigo.

Para mí la forma geométrica más interesante siempre ha sido el círculo. El no saber donde comienza o donde termina, es tan intrigante como no saber que hay después de la vida, o si todo lo que sueño, es solo eso, aún cuando a veces puedo tocar, oler y hasta oír cosas que pronto suceden cuando estoy en estado de vigilia, o simplemente verme durmiendo acurrucado para luego levantarme con un dolor de cabeza insoportable.

Sin lugar a dudas el círculo es uno de los símbolos sagrados de todo Wiccan, y aquí muchos han de diferir pues el triángulo que representa a la diosa una y trina, y el pentágono representa al dios y a la diosa y a los cuatro elementos naturales y el espíritu. Pero, el circulo que trazo con mis dedos, a veces con sal y otras con tiza o incluso pétalos alrededor mío antes de orar, de invocar a los entes de los puntos cardinales, o simplemente para elevar un salmo agradeciendo a mis espíritus guías, el circulo es la forma básica, es un solo trazo, me recuerda el vientre de mi madre cuando estaba embarazada de mis hermanas y hermano, el ombligo de un recién nacido, la luna, la continuidad del tiempo, del proceso mental, de la respiración, de la locura, y hasta de mi poesía.

Todo Wiccan tiene un talismán consigo, por lo general hecho de plata que mantiene cerca y está lleno de su energía(o lo utiliza para atraer energía hacia sí mismo), si alguien quiere descifrar los laberintos de la mente de su dueño, el umbral será a través de esta prenda, en mi caso, es un aro de plata quemada que siempre uso en el dedo anular de la mano izquierda, lo tengo conmigo desde hace más de diez años, me ha acompañado en los momentos más alegres y más tristes de mi vida, es un aro doble, grande, grueso y pesado, el aro exterior gira sobre el aro interior, y tiene un grabado como olas irregulares que me recuerdan el vaivén de la vida y la muerte, la magia de enamorarse de la misma persona día tras días, con altas y bajas y una pequeña ola que parece cerrarse sobre el lomo de otra, formando un pequeño círculo…como un pequeño ojo.

Hace diez me lo regalo mi novio, estábamos paseando en Miraflores y lo vimos en el mercado indio, quien atendía el puesto de joyas de plata saco un grupo numeroso de aros sobre una franela roja raída por el sol, pero ninguno me atrajo, por alguna razón mi agenda, la cual reposaba sobre el aparador cayo al piso, me agache a recogerla, y al levantarme bien una pequeña cajita abierta de color negra con tres aros en ella, le pedí al muchacho que me mostrara esos aros y tome el que hoy llevo en mi mano. Me quedo perfectamente. Mientras me lo probaba, el muchacho dejo la tapa de la cajita sobre el mostrador y en la parte interior estaba una triple creciente (tres lunas crecientes conectadas dibujadas en blanco sobre fondo negro), no pude evitar sonreír…mire a mi gordis, el me devolvió la mirada y me dijo, ese te queda perfecto, te gusta verdad?, si, conteste presuroso, lo pago y desde entonces lo llevo conmigo.

Esperé hasta la primera noche de luna llena, lo consagre, lo cargué y lo puse nuevamente en mi dedo, cada luna nueva lo limpio con sal y lo bendigo invocando a los espíritus guardianes entre el incienso.  Si alguien alguna vez se pregunto cuál era mi talismán, pues es ese, siempre está conmigo. Este representa mi círculo de protección y la promesa de un amor que se mantiene en el tiempo.

Supongo que cuando me case (seguiré esperando que la fucking ley se apruebe), utilizaré ambos aros, el que considero mi talismán y mi aro de matrimonio...oy yeah, i can't wait for that day...I can hear the bells!