Que extraño se siente volver a escribir cuando todo parece tan indescifrable como uno de mis acostumbrados sueños durante la madrugada. Debo confesar que no estaba en mis planes el escribir esto, al menos no en mi “To Do List” a corto plazo, pero así es la vida, o mejor dicho así es nuestra hermana Muerte, tan sigilosa, inesperada y siempre puntual con su propia agenda, asumo que lo único certero de esta vida es su final, a todos nos llega, a unos nos avisa de su pronto arribo, a otros los visita mientras están durmiendo o haciendo algo rutinaario como tomar el bus, cruzar la pista, tomar desayuno, besando al amor de su vida, duchándose o poniéndose las medias antes de ir a trabajar. Hoy desde este rinconcito cibernético, utilizo mi teclado para despedirme de un hombre al que llegue a conocer un “cachito” de su ser, alguien que me acogió con los brazos abiertos en su casa como si fuese su propio hijo y no el “amante/novio/concubino” de su hijo mayor. Hoy le digo adiós a un hombre
Escribiendo lo que pienso, lo que hice y lo que hago!