Dicen que las personas buenas conocen personas buenas, para hacer de su vida un contingente contra los males del mundo. Sin embargo, yo que no soy precisamente la persona más buena del mundo, es más tengo un montón de defectos, un poco de bipolar, un poco de insolente, un poco de quejumbroso, un poco de perezoso, un poco de engreído, un poco de agresivo, un poco de este, un poco más de aquello, he llegado a conocer personas maravillosas en mi vida. Quizás es un regalo de los dioses, del destino, de la vida, para mostrarme que ni yo soy tan malo, ni tengo porque estar tan solo en este trayecto que me ha tocado transitar. Hace casi tres años fui transferido, a solicitud mía a una sede más cercana del instituto para el que laboro, y al que le tengo camote aun cuando haya cosas que me crispen los nervios y me hagan hervir la cabeza. Al principio, con mis audífonos a todo volumen, pensé que no llegaría a hacer amigos con nadie, que mi obsesiva puntualidad me haría el bicho raro del lug
Escribiendo lo que pienso, lo que hice y lo que hago!