Siempre nos quejamos de las limitaciones del ser humano, de lo efímera que puede ser la vida, que en un abrir y cerrar de ojos nos hacemos viejos, y estamos cansados y achacosos…pero te has puesto a pensar en que ese pequeño tiempo que permanecemos sobre la tierra, está lleno de emociones que van desde las que te rompen el corazón, hasta aquellas que lo reconstruyen, lo sanan y le dan ese electroshock que necesita para seguir viviendo. Hace 60 años, dos jóvenes provincianos, él de un hogar con una madrastra digna de ser una caricatura de Disney junto a la Reina mala y ella de un hogar con un padrastro que por decir lo menos, malo, se conocieron en Lima y se prometieron en matrimonio, el tenerse el uno al otro, el amarse y respetarse y el tener una familia grande y unida, y hoy día creo que pueden mirar a ambos lados y decirse con una sonrisa que lo lograron. Hoy pudieron ver a sus hijos, hijas, yerno, cuñada, hermana, sobrinas, sobrinos, nietos, nietas, bisnietos, bisnietas, sobrina
Escribiendo lo que pienso, lo que hice y lo que hago!