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Mostrando entradas de septiembre, 2017

¿La vida es sueño?

Son las 3 o 4 de la mañana, estiro mi brazo para confirmar la hora en el celular que reposa en el velador de mi cama, y completamente despierto, tarto de disociar la realidad tangente de aquellos vestigios de sueños que se percibieron tan reales, que aun intentan inmiscuirse en este repentino estado de vigilia. Ponerse de pie, tratar de recordar de qué lado de la cama dejé los zapatos, caminar despacio rozando las paredes, siguiendo el pasadizo hasta el baño, con esa sensación de mareo y tratando de hilvanar todos los retazos del sueño que me despertó en primer lugar. Llegar al baño, prender la luz, ver mi reflejo en el espejo, lavarme el rostro, secarme, apagar la luz nuevamente y ya más lúcido desplazarme hasta la cocina, abrir el refrigerados y sacar la botella de agua helada del anaquel inferior en la parte interna de la puerta, beber como si de eso dependiese mi vida, y regresar a la cama, acomodar las almohadas, cobijarme, adoptar posición fetal y volver a dormirme, tan sólo p

3:30

Irse a la cama temprano o pasada la media noche, nada parece funcionar. El despertar a la misma hora casi todos los días, lejos de ser una molestia, ha llegado a convertirse en un hábito más como lo es el ducharme por las mañanas y cocinar. El reloj del velador se detiene entre las 3:30 y las 3.33, mis ojos se abren, mi pulso se acelera, puedo ver con claridad a mi gordo durmiendo en la cama contigua, oír sus ronquidos interrumpidos por un jadeo y una respiración que se puede sentir sobre mi rostro, intentar moverse es fútil,  intentar siquiera balbucear es imposible, sólo esperar a que todo termine de la misma manera intempestiva como inició. Hasta aquí, todos dirán es un simple episodio de la tan conocida “parálisis de sueño”, y puede que tengan razón, quizás lo que me ocurre, me convierta en un número más en la creciente estadística de personas que han experimentado y experimentan dicho fenómeno. Pero, si sólo fuese eso, no me molestaría, ni siquiera le tomaría importancia, per